Cuando cualquier ciudadano del mundo lee la prensa, digital o impresa, es del todo inevitable que se tropiece con titulares y noticias como estas: “Un matrimonio perfecto: evangélicos y conservadores en América Latina”[1]; “La fe evangélica abraza las urnas en América Latina”[2]; “Evangélicos en Latinoamérica: El nuevo eje político ultraconservador”[3]; “Iglesias evangélicas y el poder conservador en Latinoamérica”[4]; “Conquista evangélica: de la fe al poder”[5]; “Fundamentalismo militar, política y los evangélicos”[6]; “La ola evangélica y la democracia en Costa Rica”[7];“CHILE. La nueva derecha evangélica. El pastor evangélico David Hormachea en apoyo a al candidato de la extrema derecha José Antonio Kast llamando a votar por «quien crea en Dios y defienda la moral absoluta»[8]”; “BRASIL. La agenda evangélica se eleva al poder con Bolsonaro”[9]; “El ultraderechista Jair Bolsonaro: el nuevo presidente de Brasil entre la Biblia y las redes”[10].
Hasta no hace mucho, fue común en todas las iglesias evangélicas mantener la Política alejada del Templo. Los miembros de las diferentes congregaciones evangélicas podían ser de izquierda, de derecha o de centro, según el trasfondo e ideología de cada cual, pero no se permitía que estas diferencias de opiniones políticas afectasen a la buena convivencia comunitaria. Esto fue en un tiempo en el cual los evangélicos eran una ínfima minoría en una sociedad mayoritariamente católica, y ni se les pasaba por la cabeza aspirar a algún cargo de responsabilidad municipal, regional, y no digamos estatal. Se conformaban y alegrar con el reconocimiento de sus derechos, como minoría religiosa, y la garantía judicial de realizar sus celebraciones cúlticas con libertad.
A partir de los 80 se produce un cambio trascendental, los evangélicos, principalmente en su vertiente pentecostal y carismática, comenzaron a crecer en número en toda Latinoamérica, alcanzando porcentajes muy elevados y tentadores. Tentadores para pastores ambiciones que, aunque carecían de una teología política, hasta de teología siquiera, se dieron cuenta que tenían poder, poder numérico, y por tanto podían atreverse a saltar a la arena política si comenzaban a postularse inteligentemente y así extender su área de influencia más allá de las iglesias. En nombre de la familia tradicional y de la moral judeocristiana se consideraron capacitados, y llamados por Dios, para lanzarse al juego político. Su programa consistía básicamente en esos dos puntos. Suficientes para alcanzar sus metas. Unos y otros asistimos sorprendidos a la participación en la política nacional de muchos pastores, e incluso de llegar a dirigir la Presidencia. Lo sagrado y lo profano en la misma persona. Remedo del antiguo obispo de la iglesia y príncipe del mundo. La historia no es que se repite, es que el ser humano tiende a tropezar muchas veces en la misma piedra. Los que un día abominaron del mundo —porque ciertamente no eran del mundo, es decir, no eran parte significativa de él— se meten en el mundo hasta las cejas en nombre de Dios, armados de su Biblia y espoleados por su propia convicción, ambición u oportunismo.
Llamativamente todos optan por políticas de derecha extrema, no de derecha liberal o centro, sino de ultraderecha, a la vez que manifiestan un odio irreprimible por la izquierda, cualquier tipo de izquierda, o lo que ellos interpretan como izquierda, que viene a ser todo lo que no coincide con su programa. Así, el pastor hondureño Evelio Reyes, consejero de políticos de Honduras, utiliza su autoridad espiritual para decir que no se debe votar a líderes con tendencias marxistas y socialistas, porque son antinaturales, ya que no creen en Dios y pretenden que todo pertenezca al Estado. Confiar en ellos es como suicidarse socialmente. “La mentalidad cristina es totalmente irreconciliable con el marxismo, el socialismo y la nueva izquierda”, afirma[11]. Hace unos años me presentaron al pastor Reyes, que nos recibió en su casa de Tegucigalpa, y nos trató con mucha amabilidad y sencillez; nada que objetar a su persona, pero sí a sus conocimientos políticos y sociológicos y, me atrevería a decir, que hasta bíblicos. Pero eso es común a este tipo de pastores que han comenzado desde abajo, con mucha voluntad y fe, y poca formación y estudios. Lo mismo me ocurrió en Argentina, donde una pastor muy agradable, humilde, sencillo y al mismo tiempo fundador de un buen número de iglesias, a la primera que surgió la ocasión, saltó con una andanada de críticas enconadas a los zurdos(izquierdistas). Imagino que en congregaciones así difícilmente puede darse la convivencia entre miembros de diferentes posturas políticas.
Es un hecho comprobado que desde Alaska a la Patagonia los evangélicos, o habría que decir los pentecosteses-carismáticos, se han alineado indefectiblementecon la derecha más rancia y conservadora. Que todo el bloque pentecostal-carismático —el grupo religioso de mayor crecimiento en el mundo—, pese a ser tan heterogéno, opte en bloque por la derecha extrema y abomine de cualquier mención de la justicia social como si se tratase de lo más diabólico que se pueda concebir, suscita muchas preguntas.
A mí personalmente, esto me llama poderosamente la atención y me lleva a sospechar la existencia de hilos “invisibles” que manejan, dictan y determinan la política de muchos líderes religiosos. Hilos movidos por agencias muy poderosas, interesadas en imponer sus políticas a todo el mundo. Es un tema que habrá que dejar para otra ocasión, pero es un hecho incuestionable que desde los años 80 del siglo pasado, el gobierno de Reagan apoyó a los evangélicos para frenar la teología de la liberación y cualquier veleidad socialista, e introducir en su lugar la teoría económica neoliberal. En esta lucha de poderes nada mejor que utilizar la religión popular, ajena a la reflexión y al estudio académico de las causas de su propio malestar, miseria y dominación.
Se puede entender que la mayoría de pentecosteses-carismáticos de buena voluntadvoten a partidos de derechas que comparten con ellos principios semejantes sobre la familia y la moral, pero que voten precisamente a personajes que utilizan el miedo al otro, al extranjero, al migrante, al pobre, al transexual, al negro, al indígena…, para fomentar el odio y la violencia es algo que se escapa de cualquier concepción que tengamos del cristianismo, por más pobre que sea. En una ridícula y bufonesca editorial de un informativo que se considera protestante y que, precisamente utiliza a Lutero para decir que “votamos en conciencia, una conciencia cautiva a la luz de la Palabra de Dios”, en relación al voto evangélico por Mesías Bolsonaro, se escapa de toda comprensión, pese que a los periodistas que censuran les hacen un gran favor en no mencionar el escandaloso apoyo de grupos “evangélicos”, como la mafia de la Iglesia de Dios Universal. ¿Puede haber alguien más impresentable que Bolsonaro? Pero los editores de ese protestantismo digital de pacotilla, no tienen empacho en decir que o que ni la “Inquisición, ni Franco, ni ahora la ideología de género, puede contra nosotros”[12]. A lo mejor es verdad, pero es muy posible que lo que consiguieron esos poderes mentados, lo consiga ese apoyo al fascismo más pagano y demente, aunque disfrazado y bautizado de cristiano. Ave César…
En estas dos últimas décadas vengo notando por parte de muchos creyentes conservadores una referencia burlona y despectiva de los derechos humanos, como si fueran una excusa de los humanistas izquierdosos para consentir la delincuencia y dar carta blanca a los subversivos del sistema. Como de costumbre, estas afirmaciones proceden de gente sin cultura ni memoria histórica. La regulación de los derechos humanos es un logro reciente en la historia moderna, después de siglos de ignominia, terror y abusos contra la población. Gracias a la carta de los derechos humanos, hoy existe una nueva sensibilidad y conciencia en el mundo libre y los crímenes contra la humanidad se nos hacen intolerables, condenables a todas luces. Y es muy preocupante, y digno de reflexión, que un momento cuando en teoría han aumentado en millones los “nacidos de nuevo”, los cristianos seguidores de Cristo, cuando los políticos “cristianos” tienen acceso al poder judicial y legislativo en toda Latinoamérica, resulte que se produzca un acentuado retroceso de los derechos humanos en todo el continente[13].
La agenda política de los pentecosteses-carismáticos se agota en la lucha contra el aborto y el matrimonio igualitario. Al mismo tiempo realizan una intensa labor en las cárceles, donde se dan las condiciones más inhumanas que podamos imaginarnos. Uno piensa: si se dedicara el mismo esfuerzo y los mismos medios en reformar el mundo penitenciario que a combatir las cuestiones citadas, ¡qué testimonio del evangelio se daría! Y lo mismo podríamos decir de otros sectores. Pero, claro, en el primer caso, legislar sobre eso no supone ningún desembolso económico para los políticos; lo segundo conlleva inversión y mucho trabajo, que encima no da mucho prestigio político, al contrario. Sin embargo, fue un pastor británico, John Howard (1726-1790), el pionero en mejorar y reformar el sistema penitenciario en Europa, para lo cual pagó un alto precio, tanto a nivel económico como físico y psicológico. Todo un apóstol. “Con Howard comienza para la disciplina penitenciaria una nueva era. Hace una reforma de todo el sistema penitenciario, su obra marcará el inicio del cambio. Busca los males para sanarlos. Este es el motor que impulsó los movimientos de cambio en el ámbito penitenciario”[14].
Ejemplos, pues, se nos ha dado para que sigamos sus pasos en esos y tantos otros aspectos de la problemática social a la que nos enfrentamos como cristianos. La adscripción de ese cristianismo sedicente al conservadurismo más retrógrado y recalcitrante un día no muy lejano nos pasará factura.
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[1]https://www.nytimes.com/es/2018/01/19/opinion-evangelicos-conservadores-america-latina-corrales/
[2]https://elpais.com/internacional/2018/04/13/america/1523653238_321594.html
[3]https://radio.uchile.cl/2018/09/13/evangelicos-en-latinoamerica-el-nuevo-eje-politico-ultraconservador/
[4]https://www.celag.org/iglesias-evangelicas-poder-conservador-latinoamerica/
[5]https://www.nacion.com/revista-dominical/conquista-evangelica-de-la-fe-al-poder/ERK6Z6LL6ZA6VKA52ODO2G7KMM/story/
[6]https://www.prensalibre.com/opinion/opinion/fundamentalismo-militar-politica-y-los-evangelicos
[7]https://www.opendemocracy.net/democraciaabierta/ana-chac-n-mora/la-democracia-en-peligro-tambi-n-en-costa-rica
[8]http://www.eldesconcierto.cl/2017/12/14/adriana-delpiano-ministra-de-educacion-lo-que-esta-en-juego-en-esta-eleccion-es-la-consolidacion-de-las-reformas/
[9]https://elpais.com/internacional/2018/10/30/america/1540915888_923008.html?id_externo_rsoc=FB_CC&fbclid=IwAR2iSdeLOaWEyE3xYL_s3PA3GLVFGaapvre-Kf5ipfrL28TBnc2xGttLSew
[10]https://www.publico.es/internacional/ultraderechista-jair-bolsonaro-nuevo-presidente-brasil-biblia-y-redes.html
[11]Pastor Evelio Reyes llama a votar para no suicidarse; advierte evitar el marxismo y socialismo, https://criterio.hn/2017/05/30/pastor-evelio-reyes-llama-votar-no-suicidarse-advierte-evitar-marxismo-socialismo/
[12]Protestantedigital-com-editorial-45813-Nos_silencian_porque_nos_temen.
[13]El deterioro de los derechos humanos en América Latina se intensifica,https://elpais.com/internacional/2018/02/21/actualidad/1519243640_296369.html;Alarmante retroceso en Derechos Humanos en América: CIDH, https://www.jornada.com.mx/ultimas/2018/03/22/alarmante-retroceso-en-derechos-humanos-en-america-cidh-7468.html
[14]Cf. John Howard, El Estado de las prisiones en Inglaterra y Gales. FCE, México, 2003; John Howard y su influencia en la reforma penitenciaria europea de finales del siglo XVIII.https://www.ehu.eus/documents/1736829/3202683/10-Caro.pdf; Faustino Gudín, Crónica de la vida de John Howard, alma mater del derecho penitenciario, https://www.boe.es/publicaciones/anuarios_derecho/abrir_pdf.php?id=ANU-P-2005-10009500170_ANUARIO_DE_DERECHO_PENAL_Y_CIENCIAS_PENALES_Cr%F3nica_de_la_vida_de_John_Howard,_alma_mater_del_derecho_penintenciario;Margot Mariaca, «John Howard y el Estado de las Cárceles en Inglaterra y Gales», 2010, http://jorgemachicado.blogspot.com/2010/04/jhec.html; Jonathan Morales, «Que se sequen en la cárcel», acerca del legado de John Howard, http://www.revista-rypc.org/2010/12/que-se-sequen-en-la-carcel-acerca-del.html;
John Howard (Creador del Derecho Penitenciario) y Jeremy Bentham