“Un protestante en la España de Franco”. El solo título ya promete en la antesala de superventas de novedades editoriales. Si a ello se añade el nombre del autor, Juan Antonio Monroy, el líder evangélico más mediático, el éxito está más que asegurado de la mano es una de las editoriales más activas, Ediciones Noufront.
La profusión de obras de revisión de nuestra reciente memoria histórica está incompleta a falta de un trabajo de investigación sobre la lucha en forma de “resistencia” pacífica de las minorías religiosas por la supervivencia en la España de Franco. El Estado nacionalcatólico hizo lo indecible por no permitir vivir ni morir en paz a los ciudadanos españoles –súbditos en la dictadura- que practicaban una religión distinta de la oficial católico-romana del régimen franquista y no se escondían de practicarla.
Una Iglesia totalitaria ebria de delirios de cruzada hacía valer su imperial predominio en forma temibles episodios de intolerancia contra los “acatólicos”.
Perseguidos, encarcelados, apedreadas sus capillas, eternizados en los juzgados los papeles para contraer matrimonio civil, expulsados de los trabajos, excluidos de la vida pública, los protestantes españoles sufrieron todo tipo de injusticias y atropellos. Su “delito”: amar, “pero” de una manera distinta a la impuesta por la jerarquía católica.
“Es deber de un pueblo guardar memoria de su historia”, comenta Juan Triviño, director general de Noufront. “Por eso presentamos Un protestante en la España de Franco, de Juan Antonio Monroy, un testigo excepcional de aquella época.” A lo largo de 447 páginas, Monroy, el líder evangélico más mediático, autor de cincuenta libros, va contando su propio testimonio, fiel reflejo de miles de cristianos protestantes en una España cuya historia diferente, real y cruda en las carnes de los protestantes españoles, no sale en los libros.
Monroy dedica el libro a la generación de españoles que padeció sus injusticias, así como a sus hijos y nietos, “continuadores de la historia”, para recordarles la obligación contraída “con un pasado que no deben olvidar y evitar que se repita, y ofrecerlo más limpio a las generaciones del mañana.
El libro está dividido en dos partes. La primera es la crónica personal vivida por el autor desde su conversión en Tánger en 1950 y sus viajes por España hasta que fija su residencia definitiva en Madrid en 1965. Durante todo ese tiempo Monroy tuvo un papel determinante en informar sobre el tránsito de la minoría protestante desde el gueto al que se vio confinada por obra y gracia de la supremacía de la Iglesia católica en la España franquista durante toda la vida del dictador.
Desde el emblemático periódico La Verdad que editaba desde Tánger a la revista Restauración, ya con pie de imprenta de Madrid al amparo de los vientos de tolerancia que empezaron a soplar con el Concilio Vaticano II, Monroy no dejó de denunciar los casos de flagrante intolerancia religiosa en un país como era –y de hecho sigue siendo– España, subordinado en materia religiosa a un Estado (el Vaticano) dentro del propio Estado (Español).
La segunda parte de Un protestante en la España de Franco recoge una aportación única en su género: 50 años de correspondencia epistolar del autor. Las cartas abiertas que Juan Antonio Monroy ha venido dirigiendo del rey, el príncipe y presidentes del Gobierno para abajo a políticos, religiosos, intelectuales y otros personajes constituyen, sin ningún género de dudas, un legado documental sin precedentes sobre la presentación del Evangelio a la sociedad actual.
Leyenda viva a sus ochenta años –pero en plena forma–, Monroy forma parte de esa generación heroica de líderes protestantes que, con el secretario ejecutivo de la histórica Comisión de Defensa Evangélica José Cardona a la cabeza, se ha dejado la piel y parte del alma luchando por la conquista de la libertad religiosa de que hoy disfrutamos.
Formó parte de comisiones de líderes evangélicos que se entrevistaron con siete ministros y todos los directores generales de Asuntos Religiosos que ha habido desde 1967. Actualmente alterna sus viajes como conferenciante internacional con dos columnas semanales, una de opinión y otra de crítica de libros, en el medio de referencia del mundo evangélico en español, Protestante Digital, que dirige Pedro Tarquis.
Manuel López, veterano periodista secular de confesión protestante, autor de La España Protestante. Crónica de una minoría marginada (1937-1976) y en la actualidad editor adjunto de Periodistas en Español, es el autor del prólogo, en el que presenta el denso recorrido biográfico de quien llegaría a ser el autor protestante español de referencia y en cuya carrera fue determinante este episodio que protagonizó hace ahora sesenta años como valiente soldado español durante una misa de campaña.
En el momento más solemne, y a la orden del capitán, todos los soldados de la compañía hincaron la rodilla en tierra como un solo hombre. Todos, menos uno. “Arrodíllate, o te pego un tiro”, le dijo fuera de sí el capitán. “No, señor. No me arrodillo. Soy cristiano evangélico y no me arrodillo ante esa imagen.”
Gracias a Dios, ni el soldado se arrodilló ni el capitán disparó. Monroy tenía por delante tres mil artículos y cincuenta libros por escribir, una denominación evangélica –la Iglesia de Cristo– con congregaciones en una decena de provincias por establecer, un sinnúmero de programas diarios de radio en 16 emisoras, amén de sus viajes por más de ochenta países visitando ciudades, predicando, dictando conferencias… y contándolo a sus muchos lectores.
Entre sus libros sobresale La Biblia en el Quijote (V. Suárez, Madrid, 1963), una obra de absoluta referencia de la literatura sobre la obra de Cervantes de la que se han hecho varias ediciones.
La historia de los protestantes españoles bajo el franquismo tiene en Juan Antonio Monroy a un autor de principio a fin. No es metáfora. Su Defensa de los protestantes españoles, publicado en Tánger en 1958 y reimpreso clandestinamente en España, del que se hizo una versión inglesa, sirvió en los años duros para llamar la atención en las cancillerías extranjeras sobre los atropellos que se llevaban a cabo en la España de Franco contra los protestantes. Con Un protestante en la España de Franco, Monroy cierra el capítulo, rescatando la memoria histórica del pueblo evangélico en el país que fue cuna de la Inquisición pero en el que desde la Constitución de 1978 está disfrutando el mayor periodo de libertad en los últimos quinientos años.
Nuestra historia colectiva se merecía un libro así, escrito por quien tantas vivencias ha tenido en la lucha por la libertad religiosa y ha marcado con su pluma valiente, comprometida a la par que amena y no exenta de ternura, el antes y el después de las letras evangélicas en la España contemporánea.
Manuel López
Artículo publicado en Periodistas en Español
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