Mi artículo “Reforma e influencia social”, publicado en diferentes medios digitales, uno de ellos secular y el resto de inspiración protestante, ha tenido una repercusión mayor de la media acostumbrada. Un teólogo de reconocido prestigio internacional escribe: “Ese es el camino, querido Máximo, la lectura dialéctica de los acontecimientos”. El editor de otro medio afirma “…tu último artículo certero, agudo y profético. Me alegra que haya personas que perciban el estado del protestantismo en España”. Y un comentario más: “Es una buena contribución para que en un año tan importante como el que acaba, dedicado a conmemorar el V centenario, se considere con atención las carencias del protestantismo español actual señaladas. Es un broche de oro”.
No obstante, mi artículo merece una crítica al no haber puesto de relieve el hecho cierto de que, aunque la mayoría de ellas lo sean a nivel local y tal vez con una repercusión social muy por debajo de lo que se merecen, sí existen ya, en el mundo protestante español iniciativas dignas no solo de elogio sino de ser dadas a conocer profusamente; iniciativas que responden eficazmente a esa inquietud que dejábamos sentir en nuestra entrega anterior.
Vamos a hacer referencia expresa al Centro Ciencia y Fe, vinculado a la Facultad de Teología SEUT, que patrocina la Fundación Fliedner; un centro, dirigido con méritos más que sobrados, por Pablo de Felipe, doctor en Ciencias Químicas/Biología Molecular, profesor de Ciencia y Fe en la Facultad de Teología SEUT, perteneciente a la familia protestante, a quien acompaña en esta tarea un excelente equipo de científicos en diferentes materias. El Centro tiene su origen en la década de los 90 del siglo pasado, si bien nace formalmente en el curso 2008/2009.
En el terreno social existen también otras entidades de prestigio, como es Diaconía (a nivel autonómico y estatal) dentro del terreno de la asistencia social; o centros de rehabilitación de drogadictos y/o de asistencia social a personas marginadas impulsados y asistidos por iglesias locales; o programas de atención y tutelaje de presos; o proyectos de asistencia social en conexión con consistorios municipales. De ellos habremos de ocuparnos en otra ocasión, pero ese no era el campo al que aludíamos en nuestro escrito anterior. Merece la mencionar, igualmente, aunque sea de pasada, el reciente reconocimiento hecho por unanimidad de todos los partidos políticos del Ayuntamiento de Alicante, declarando el 31 de octubre como Día de la Reforma; el consistorio asume el compromiso de apoyar las celebraciones que realicen las iglesias protestantes cada año con tal motivo. Logros de este tipo son necesarios para hacer visibles al movimiento protestante en España. Lamentablemente, su influencia social no alcanza el nivel que sería de desear. A estas iniciativas debería añadirse la existencia de políticos, periodistas, artistas, juristas, escritores, científicos, etc., incardinados en el tejido social, capaces de transmitir testimonio tanto de su fe como de su ética cristiana. Y de eso, al parecer, no está sobrado el protestantismos español.
Pero en esta ocasión, como ya hemos apuntado anteriormente, toca hacer referencia al Centro de Ciencia y Fe, una entidad que, según la información de su página web, “surge a finales de los años noventa del pasado siglo con el deseo de contribuir, desde el ámbito académico protestante, al estudio de las relaciones entre ciencia y fe”. Y lo hace “desde una perspectiva multidisciplinar que presta atención no solamente a la teología y a la ciencia, sino también a la historia y a la filosofía”. El objetivo es facilitar la comprensión de las complejas relaciones que existen entre ciencia y fe. Detrás del Centro hay dos instituciones de largo prestigio: la Faculta de Teología SEUT y la Fundación Federico Fliedner.
A lo largo del año, el Centro Ciencia y Fe organiza talleres sobre ciencia y fe, conferencias en torno a temas científicos de relevancia actual, cursos encaminados a conectar la ciencia con la fe, charlas-taller escolares, publica artículos sobre estos temas en diferentes páginas web … Tal vez la actividad de mayor prestigio sea la Conferencia Fliedner de Ciencia y Fe, que invita anualmente a conferenciantes internacionales de gran prestigio, una actividad celebrada normalmente en centros universitarios desde 2010, que incluye la traducción y publicación de una obra del conferenciante. Estas conferencias se enmarcan en las colaboraciones internacionales del Centro con otros grupos similares fuera de España.
Con motivo de la conmemoración del V Centenario de la Reforma, en junio del pasado año, Ciencia y Fe estuvo presente en Guatemala participando en un intenso programa de actividades en varias instituciones de la capital de Guatemala.
El Centro ha traducido y publicado documentos de gran valor sobre creación, evolución y otros temas de interés en el campo en el que se desenvuelve. Imparte cursos y conferencias en centros educativos e iglesias, entre otros, las facultades de teología SEUT y UEBE, algunos de ellos financiados por la Templeton World Charity Foundation. Recientemente el personal del Centro ha estado trabajando con un proyecto patrocinado por la BioLogos Foundation, organización de EE UU fundada por Francis Collins, evangélico, director del proyecto público de secuenciación del genoma humano, que pretende normalizar la aceptación de la evolución entre los evangélicos, financiado a su vez por la John Templeton Foundation.
El nivel académico del Centro Ciencia y Fe responde a estándares de prestigio internacional en lo que a su categoría científica e intelectual se refiere, unido a la prestigiosa identidad protestante de sus integrantes, que hace del Centro un referente necesario para ofrecer a la sociedad, tanto civil como religiosa, una imagen sólida y consistente de protestantismo español. Por otra parte, la dedicación y entrega de sus colaboradores, resaltando de forma especial la de su fundador y director, el Dr. Pablo de Felipe, es digna del mayor encomio quien, dicho sea de paso, en su tiempo libre está cursando un nuevo doctorado en Estudios Clásicos en la Universidad de Reading (Inglaterra), indagando sobre los orígenes de la idea de conflicto entre ciencia y fe en épocas anteriores al “caso Galileo”.
Llegados a este punto, y una vez que hemos tomado conciencia del alcance y dimensión de esta entidad, tenemos que lamentar: 1), la inmensa mayoría de los líderes y fieles de la iglesias evangélicas, desconocen la existencia de este Centro, y aun teniendo conocimiento del mismo, sus intereses están volcados hacia otros temas propios del creciente evangelicalismo español; y 2), la sociedad española está impermeabilizada contra cualquier influencia que no provenga de la ancestral cultura católico-romana, y esto, al margen de su progresivo alejamiento de las prácticas religiosas. El resultado de todo esto es que seguimos detectando la enorme dificultad que tiene la confesión protestante de hacerse presente en la sociedad española, creando expectativas hacia su oferta religiosa y cultural que atraigan el interés, al menos la curiosidad, de los ciudadanos españoles.
Entre tanto, se ha producido en determinados sectores una especie de espejismo anestésico, al ver cómo algunas iglesias de corte neopentecostal se han llenado de fieles mayoritariamente latinoamericanos. Bien recibidos sean como personas merecedoras de toda dignidad, sin diferencia racial o de origen. La pregunta es ¿dónde están los españoles? ¿Hay mensaje para ellos? ¿Tiene el protestantismo español la capacidad de influir en el terreno educativo, social, cultural, político y religioso? La respuesta, si ha de ser positiva. está en proyectos educativos y testimoniales semejantes a los que ofrece el Centro Ciencia y Fe que tan dignamente dirige el profesor Pablo de Felipe. Esperemos que nada ni nadie lo eche a perder.
Enero de 2018