Sin duda alguna las redes sociales se han convertido en medios de comunicación, que si bien es cierto, en algunos casos han permitido que literales estupideces se viralicen, en otros, han permitido que ideas verdaderamente valiosas encuentren la manera de difundirse en públicos cada vez más ávidos de información. Como este último, es el caso de Teografías Digitales, un verdadero fenómeno de reflexión y crítica al ejercicio eclesiástico y teológico latinoamericano.
Sus números siguen subiendo de manera vertiginosa, pero sobre todo los comentarios y reflexiones alrededor de sus planteamientos se hacen cada vez más populares en círculos de reflexión teológica, academia e iglesias. Así que quise intentar, sin mucho éxito, descubrir a los genios que estaban detrás de este proyecto y hablar con ellos sobre su fértil trabajo, sin embargo, al parecer ese aspecto es el único que seguirá siendo un enigma; para todo lo demás, les presento esta agradable conversación.
¿Quién o quiénes están detrás de Teografías Digitales?
Yo.
¿Quién es usted?
Eclesiásticamente soy pastor de una iglesia protestante histórica en Chile, una pequeña comunidad urbana – rural. Académicamente, pasé por estudios de Derecho, pero Dios me rescató (risas). Intensas experiencias, me llevaron al camino Pastoral terminando mis estudios teológicos en la Comunidad Teológica Evangélica de Chile, con un par de años de experiencia misionera en un desconocido extremo de mi país. Soy casado y tengo dos hijos en camino, ¡al mismo tiempo! (risas).
Pensando un poco en la pregunta anterior y volviendo a ella, en la práctica no somos un equipo en Teografías, solo yo diseño, pero me nutro de tantos lugares, personas y experiencias, que de alguna manera varios hacen parte de este proyecto y no lo saben.
¿Cómo nace el deseo de crear Teografías Digitales?
Toda la vida me ha sido más fácil sintetizar gráficamente, que usando solo letras. Dibujos, rayas e imágenes a veces me servían, a veces no tanto. Sin embargo, en el viaje de la fe eso se quedó conmigo. Primero quise sepultarlo con las serias letras del derecho, después con las también serias, pero además profundas letras de la teología. Luego me aburrí de aparentar dicha seriedad y me tomé las imágenes, ahora sí, en serio; primero como una forma de explorar mi propia fe, mis propias contradicciones, una herramienta para mi propia búsqueda, pero luego comencé a compartir una que otra publicación en las distintas plataformas que fueron surgiendo hasta llegar a Teografías Digitales sin mayores pretensiones, pero con el profundo deseo de hacer el trabajo mas sistemático de recuperar la gráfica y hasta el humor como herramienta para una reflexión tan formal como el más pulcro ensayo.
Teografías Digitales tiene un concepto gráfico único y bien definido, ¿Cómo llegó a él?
Nuestra generación tuvo acceso a herramientas de diseño que antes sólo estaban al alcance de grandes firmas profesionales. Entonces en una primera etapa yo, como muchos diseñadores amateurs, lanzábamos toda la carne a la parrilla; muchos efectos, filtros, dimensiones, capas, etc. Creo que a la mayoría de afiches de congresos y campamentos algo de eso les queda.
Entonces cuando ya fue surgiendo Teografías Digitales, la idea era rescatar la imagen con todas sus posibilidades teológicas, pero simplificando el diseño hasta un nivel estético y técnico muy simple, pictogramas en blanco y negro. No quería sorprender con el diseño, sino que más bien nos sorprendiera lo poco que necesita una imagen para enseñar y comunicar.
La síntesis del mensaje y de lo gráfico es la identidad que buscamos. Las teografías que más quiero son aquellas que tienen poco o aveces nada de texto, y tan solo un par de pictogramas; pero que a pesar de aquello dicen, o pueden decir mucho.
¿En qué año arrancaron?
En 2014 la página de facebook, un arranque mas bien instintivo. Del 2015 en adelante, ya con un cuento armado más allá de lo virtual; creación de materiales, participación en talleres, exposiciones y un trabajo más sistemático.
¿Cómo ha sido la aceptación de las imágenes?
Hay de todo, desde quienes han querido canonizarlas, hasta los que han intentado quemarlas en la plaza pública. Al principio, y todavía, a muchos les cuesta conectar con una reflexión seria más allá de la primera lectura. Nos han tratado, desde genios creativos, hasta de herejes rebeldes. También el apoyo es cambiante. Mientras las imágenes coinciden, o al menos así las interpretan, con lo que las personas creen o quieren decir, todo bien; pero viene una que confronta sus pilares, y de inmediato la reacción es a través del ataque.
Sin embargo hay quienes han agregado contenido a una imagen, quienes han hecho y compartido una reflexión mucho más rica de la que incluso inspiró otra. Hay también quienes han diferido con respeto y bases, contribuyendo así a la reflexión. Pero sabemos que el grueso de internet es el heater, el paladín virtual de la sana doctrina que no busca ni debatir ni argumentar, sino solo atacar a quien no encaja en su doctrina. Y cómo nuestra propuesta es repensar y cuestionar, aveces se nos pide ser lo que una página virtual jamás podría.
Hemos tenido migraciones masivas de seguidores, sobre todo con imágenes que replantean preguntas como por ejemplo en torno a la sexualidad y la familia, tema que al parecer es fetiche de muchos. Una semana nos han tratado de liberales y un par de días después de fundamentalistas fanáticos, por más raro que parezca.
En todo caso, tampoco buscamos el simple like. De hecho, una imagen que simplemente es aprobada, no alcanza a generar una reflexión crítica de nuestra praxis cristiana. Tenemos gracias a Dios lindos testimonios del uso que algunos le han dado a estas gráficas más allá de lo virtual incluso. Pero sabemos lo que somos al menos en face, un montón de unos y ceros. Ni la biblia, ni una nueva corriente de nada. Mientras respondo a esta entrevista, todavía hay gente sacándose los ojos en alguna de las imágenes. Es un Riesgo que se tiene que correr.
Lo más difícil, es que ni el amigo de la teología y la reflexión nos toma tan en serio por ser simples imágenes, y tampoco el cristiano de experiencia que busca gráficas con textos bíblicos o memes divertidos, y no algo que le cuestione ciertas prácticas o creencias. Ahí está el desafió. A veces se logra la conexión, el puente; otras muchas, no.
Pero más allá de esas etiquetas, ¿Teografías Digitales se considera a sí misma progresista o posmoderna?
La verdad me cargan las etiquetas. Muchos se apresuran en ponerlas, no solo a la imagen que proyecta Teografías Digitales, sino que algunos más audaces, incluso, a las personas que están detrás. Para mí la etiqueta de progre o posmo es tan limitada, reduccionista y pobre, como la de funda. Por lo tanto no somos activistas de la causa progre. Pero tal vez generacionalmente y como parte de una cultura posmoderna, algo de aquello nos permea. Yo no lo considero una particular fortaleza o lucidez, sino tan sólo un hecho de la causa, con pros y contras. En conclusión, no somos activistas de ninguna etiqueta en particular.
¿Pretende Teografías Digitales reformar la iglesia?
Pretende más bien ser un muy acotado espacio entre los muchos y diversos pensamientos teológicos y eclesiásticos que siempre han existido. Uno que cuestiona lo que a veces se da por sentado y hace a su vez autocrítica, siempre molesta, incompleta y perfectible, pero necesaria.
No creemos que una Teografía reforme la iglesia. Pero sí, que sea un catalizador de preguntas. Que afirmando o negando las Teografías, los receptores piensen y reflexionen en torno a la praxis cristiana, y a partir de allí surjan propuestas mucho más completas. No queremos darle alimentos a los perros rabiosos que encuentran que todos están mal, menos ellos y saben todo lo que a la iglesia le falta. El riesgo está y hay que correrlo, pero confiamos en que alguien mucho mas sabio que nosotros, piense y actúe. No nos creemos indispensables, pero si necesarios. No queremos reformar la iglesia, pero tampoco quedarnos abajo de la que siempre está reformándose.
Algo nos comentó ya, pero para ampliar un poco quisiera reiterar en este asunto, ¿lo critican mucho?
Mucho. Y críticas de todo tipo, a veces hasta contradictorias. Las más comunes pasan por hacer un psicoanálisis de quienes están detrás de la página, hasta afirmaciones como que no hacemos nada más que memes, que hagamos algo en el mundo real, usan todas las etiquetas habidas y por haber, etc. En cuanto al formato, lo habitual es tratarlo de liviano, de caricaturas simples, lo cual dicen como ofensa, de pretenciosas, etc. Sobre el contenido, afirman que es herético, fundamentalista, separatista, pesimista, con poca o nula pulcritud teológica. Se nos exige que si hacemos denuncia, demos también la receta de la solución.
Para el erudito teológico, soy un niñito jugando con imágenes demasiado simples. Para el cristiano de a pie, imágenes demasiado pesimistas que tratan, pero no logran aportar nada inteligente mientras cuestionan la autoridad de la biblia, la cual habla de manera muy clara.
Conclusión, siempre hay alguien más inteligente que se percata de todas las falencias de Teografías Digitales. A eso ya estamos acostumbrados, pero nuestra modalidad es no contestar; no dar respuestas oficiales a los debates que surjan. Aunque nos interpelen, ganas no faltan y a veces argumentos sobran, pero nuestra intención no es dar las respuestas, no todas. Eso es lo que cuesta comprender, algunos esperan que una página virtual les de todas las respuestas, sin siquiera haber saboreado las preguntas.
¿Le ha traído problemas serios este proyecto?
La mayoría virtuales, pero en un comienzo, y cada cierto tiempo, algo llega al mundo real; principalmente por parte de algunas autoridades de iglesia que cuestionan cuestionar. Sin embargo, siempre hay alguien, por lo menos, que apoya y respalda.
Nuestra iglesia tiene una rica historia y tradición que me identifica, inspira y desafía, pero en nuestra versión actual hay sectores que no toleran los cuestionamientos, mucho menos las diversas maneras de comunicarlos. Por ese lado han pasado los problemas más serios, los virtuales, son solo anécdotas.
¿Cómo se puede ser pastor y promover los cuestionamientos, no se vuelve eso un arma de doble filo contra usted mismo?
Es mi cable a tierra. Por eso esto es primero que todo, una autocrítica. Muchas Teografías surgen de prácticas propias, solo que las comparto públicamente y de manera impersonal, en todo caso no es necesario darles mi contexto. También las uso de manera sistemática en mis estudios bíblicos, pero mi comunidad tiene un contexto determinado, los cuestionamientos en Teografías se vuelven más generales, para que quien quiera, los pueda contextualizar a su propia realidad. Así también lo hago yo.
Teografías es mi piedra en el zapato, lo que me impide la comodidad siempre tentadora. Créame que fallo en el intento, pero no creo que la solución sea dejar los cuestionamientos o vivir una doble vida. Lo siento como la manera que Dios tiene para mantenerme en el camino de Cristo. Así que totalmente de acuerdo, sí que es un arma de doble filo y me encanta que así sea.
¿Teografías Digitales sólo son Digitales?
Hay un par de maneras para responder a esto. Por un lado sí, solo son digitales. Las plataformas Facebook e Instagram son nuestro espacio de mayor difusión y todo lo que ocurre allí es virtual. Sabemos que las redes pueden ser engañadoras y confundirnos en eso. Una Teografía puede tener montón de likes, comentarios y compartidos, y aún así morir en lo virtual. Pero está la pequeña esperanza de que pase algo más allá de lo digital. Hay páginas que considero se definen muy ambiciosamente en sus propósitos. Nosotros somos más austeros por ese lado, así que en un 90% sí, somos solo digitales. Y que nadie nos pida ser más que eso (risas).
Pero por otro lado, y tomando la pregunta en un sentido más práctico, desde hace un tiempo hemos estado generando recursos en el mundo real. Libros, manuales, talleres que hemos compartido en distintos espacios denominacionales y generacionales usando el método de Teografías Digitales para generar espacios de reflexión y acción bien concretos. Así también nos han llegado agradecimientos por agrupaciones que han usado las Teografías en sus propios talleres, jornadas de reflexión, boletines de iglesia, lo cual representa pequeños espacios de penetración práctica en lo real.
¿Dónde se podrían adquirir sus productos?
Por ahora solo en Chile por medio de la página. Hemos tenido conversaciones con editoriales, pero una que otra Teografía también plantea criticas a la industria editorial cristiana latina. Así que ha sido eso una piedra de tope. No hay demasiada apertura a nuevosformatos.
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