Posted On 07/07/2021 By In Historia, Opinión, portada With 2965 Views

Prisciliano un obispo adelantado a su tiempo: V. ¿Prisciliano o Santiago de Compostela? | Samuel Alonso

En este último episodio de la serie, (despieces de I; II, III, IV), entraremos en la polémica respecto a si realmente es Prisciliano quien está enterrado donde la tradición indica que se encuentra Santiago Apóstol que, como sabemos, es centro de adoración: la Catedral de Santiago de Compostela.

Este asunto siempre ha levantado un gran debate, de hecho consiste en una de las mayores polémicas abiertas en la actualidad sobre nuestro personaje. De lo que no cabe duda es la región donde está.

 

1. GALLAECIA
Gallaecia que es la actual Galicia. Esto pone en acuerdo a las diferentes hipótesis. Pero ¿Cuáles son las hipótesis sobre este asunto?

  • Diferentes hipótesis.

Corren diferentes teorías y pensamientos de quien está enterrado en Compostela.

La primera, la tradicional, es que, en el Siglo IX, Pelayo, un ermitaño en Galicia, observa unas extrañas luces sobre un monte. Al llegar allí descubre una necrópolis antigua e identifica algunos cuerpos; llama a Teodomiro obispo de Iria Flavia, y este, al encontrarse simbología cristiana, concreta que se trata de Santiago el apóstol.

Tras el descubrimiento informa al rey de León, Alfonso II, el Casto, y este, manda construir una ermita en el lugar. Esto sería el germen de la catedral de Compostela.

La segunda hipótesis precisa que en realidad se trata de Prisciliano. Una de las razones que llevo a Teodomiro a decir que se trataba del enterramiento del apóstol Santiago, se debía a que el cuerpo apareció decapitado. Curiosamente, como sabemos, de esta misma forma murió Prisciliano. Además, teniendo en cuenta, que Prisciliano fue declarado mártir por las clases populares de aquella Gallaecia, su cuerpo fue traído y enterrado con todos los honores cristianos. Esto abre un interrogante.

  • Santiago de Compostela o Prisciliano de Compostela.

Primeramente, es improbable que Santiago Apóstol, viajara a España. Este murió en el primer siglo decapitado en Jerusalén (Hch 12,2), y es muy poco creíble que sus restos fuesen trasladados a una tierra tan lejana, en un lugar en el que precisamente no sabemos si ya había llegado el cristianismo en los siglos I y II. Por otra parte, también llama la atención, que este hecho acontece en el momento de la reconquista, con lo que serviría de motivación a las tropas hispánicas. Nunca hubo culto a ningún apóstol Santiago en España hasta siglo IX o X. Cabe decir también que, entre los estudiosos que proponen a Prisciliano en lugar de Santiago, también hay especialistas católicos romanos, como el sacerdote Luis Vázquez de Parga:

«El historiador que no se muestre dispuesto a aceptar el descubrimiento milagroso del sepulcro de Santiago, se planteará con Jacques Fontaine el interrogante de cuál era el cuerpo santo junto al cual se ha enterrado ad sanctos bajo la actual catedral de Compostela. Monseñor Duchesne, en el articulo anteriormente citado, insinuaba que pudiera tratarse del cuerpo de Prisciliano».[1]

Por lo pronto, se descarta que allí yazcan los restos de ningún apóstol, históricamente tenemos suficiente peso para afirmarlo. Si se trata de Prisciliano o no, eso quizás nunca lleguemos a saberlo, pero que es más fehaciente que sea él antes que un lejano viajero desde Palestina (o los restos traídos de este).

 

2. CONCLUSIÓN DE LA SERIE

En esta serie se ha tratado sobre Prisciliano, el priscilianismo, su disputa, su conflicto, juicio, condena, muerte y la polémica de la sepultura.

Ha sido gratificante poder hacer un sencillo análisis bajo el rigor de la historia, sin dogmas que influencien, para ver este asunto con mediana objetividad. Se puede decir que Prisciliano fue algo heterodoxo en sus creencias y costumbres, se podría decir que quizás hubiese sido excomulgado, aunque, personalmente, tengo mis ciertas dudas ya que, lo que tenemos de su proceso, son mayormente fuentes de sus enemigos. Al mismo tiempo, hemos visto que hubo buenos hombres de Dios que le apoyaron o rechazaron su condena a muerte.

De algo lo que estoy seguro es que se debe condenar su sentencia de muerte. Este fue un acontecimiento triste para la historia de la iglesia, pues con ello se abriría el camino hacia una inquisición terrorífica que perseguiría tanto a herejes como a ortodoxos.

Incluso, siendo justos, entendemos que muchas de las acusaciones vertidas hacia él por parte de sus enemigos era sin fundamentos, mentiras, calumnias y exageraciones que en otro momento de la historia quizás no habría recibido el mismo fin.

Otras de las cuestiones vistas aquí, es la de razonar que es más fácil decir, bajo un rigor histórico, que Prisciliano es él que está enterrado en Compostela, y no el apóstol.

Esta es al vida y legado de Prisciliano, ¿heterodoxo? ¿mártir? ¿hereje? ¿merecedor de la pena? ¿venerados por muchos en muchos siglos? Podemos decir que su historia y final, no deja indiferente a nadie.  De ser verdad que es Prisciliano quien está enterrado en Compostela, estaremos ante una “jugada maestra” (permítame la expresión) de Dios ante los idólatras, el hereje condenado por el poder es hoy venerado por muchos desde hace siglos.

¿Fue Prisciliano un verdadero cristiano?, después de haber estudiado su historia, su vida, sus obras, entiendo que sí. Amaba a Dios y a sus hermanos; estoy convencido de que le veremos en la eternidad. Da para reflexionar que no encajó en el sistema religioso de su época, por lo que, amados lectores, no nos dejemos llevar tan sólo por sistemas y estructuras marcadas por el poder humano, sino dejemos guiarnos por el Señor a través de su Santa Palabra y que, bajo ningún concepto, seamos nosotros los que condenemos a alguien por pesar distinto. Aprendamos de esto y vivamos con esto.

 


[1] Luis Vázquez de Parga, Prisciliano y Santiago. https://cvc.cervantes.es/literatura/cuadernos_del_norte/pdf/m1/m1_82.pdf

Samuel Alonso

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