David Steindl-Rast (2014), monje benedictino caracteriza nuestro tiempo como uno en donde estamos saturados de información pero que esa información carece de significado.
“Tener significado” es, que lo que hacemos, decimos, construimos tiene profundidad, una “hondura”, una textura, una “espesura” como lo dice el poeta y místico español Juan de la Cruz en el siglo XVI.
La textura, hondura, espesura.
Textura es texto, texto es tejido, es entramado, en la “trama”, en la historia escrita, compartida y celebrada.
Alma y cuerpo con textura, con sentido amoroso y humano.
Volver a la profundidad – textura del alma en tiempos donde el tiempo no tiene sentido.
Volver al amor con profundidad.
El mismo David Steindl-Rast (2014) hablando del canto en comunidad dice que es “toda la comunidad [la que] canta”. Y más adelante añade: “el amor no es una interpretación solista”.
Amor con resonancia: escuchar el eco del otro, de la complicidad de un canto entonado por dos y más.
Amor y armonía.
El diccionario define “armonía” de las siguientes formas:
Primera acepción: “unión y combinación de sonidos simultáneos y diferentes pero acordes”
Tercera acepción: “proporción y correspondencia de unas cosas con otras en el conjunto que componen.
Cuarta: “amistad y buena correspondencia entre personas”.
Volvemos a los significados, y al tema del significado.
Pero ¿por qué pensar los significados?
Volver a la hondura: las palabras son más que las palabras.
El concepto amor es más que el concepto.
Armonía nos abre un mundo de sentidos más amplios que el solo concepto de armonía.
Unión de la diferencia
Un conjunto compuesto
Concordia, buena amistad en la diferencia de nuestra individualidad. En lo diferente aprendemos a construir un conjunto.
El amor es esa experiencia de un canto armónico en donde cada nota y acorde suena acompasado.
Pero lo acompasado no significa que la diferencia queda eliminada
La diferencia, lo propio es el desafío en el amor humano. Es más: en el amor de Dios con la humanidad aparece la experiencia de la diferencia:
Dios y ser humano
Tú y yo
Cuerpo y alma
Así actúa la gracia: uniendo lo diferente en un conjunto en donde mantenemos lo singular.
Como dice la poeta argentina María Negroni: “ese punto de partida es la belleza de lo incongruente”
Belleza y gracia
Lo bueno, lo bello, lo verdadero
Amor y límite humano
Amor vivido en esas incongruencias humanas que marcan nuestra historia
Amor cuando faltan palabras y nos convertimos en niños inocentes frente a Dios (Violeta Parra)
El amor divino dado en un brindis rebosante de futuro; el buen vino de un Dios que invita a que los seres humanos celebren y vivan el amor.
El poeta judío Edmond Jabès: “una semilla basta a la tierra para tocar el cielo”.
Un amor prolongado
El amor es sólo amor cuando se da, cuando se prolonga, cuando lo comunicamos.
Dice el poeta Edmond Jabès: “hay palabras que nos sobreviven, gestos que nos prolongan, cuando quitamos definitivamente el mundo, relatos que tienen larga vida, palabras de todos los días”.
Y el poeta chileno Alejandro Jodorowsky: “no tengo angustia de llegar al puerto oscuro porque aun sin saber dónde ni cuándo ahí has de estar esperándome como una lámpara encendida”
Continuar contándonos: relato, escrituras, textos, la vida.
Continuar cantándonos
Vislumbrar el puerto y su lámpara encendida.
Dios es el puerto de la vida humana
Somos puerto de alguien y saber que tenemos puerto.
Como dice el escritor español Carlos Garrido Torres en “La memoria de las olas”: “sabes que todo cuanto has vivido está ahí de alguna manera”.
