¡Que el Señor te bendiga, hermana! ¿Lo has oído alguna vez?, seguro que muchas. Verdaderamente estamos bendecidas, muy bendecidas. Determinados hermanos suelen saludarnos con esta frase, añaden una sonrisa, un apretón de manos, un abrazo o un beso y se estancan ahí. A veces, sería mejor que simplemente hicieran un gesto mudo porque, en realidad, no permiten que tengamos dones, o sea, que seamos bendecidas por el Señor. Es absurdo usar este cumplido con nosotras si se está mintiendo, si no nos desean eso bueno que sale por sus bocas.
Read More Crear es progresar. Crear es poner vida e ilusión donde no existe. Encontrar un tallo desgajado, apenas nada, sembrarlo en un viejo tiesto de barro, esperar y ver como aparecen las incipientes yemas, todas nuevas. Rescatar una planta desenraizada, a punto ya de morir, sanarla, abonarla, regarla y colocarla en el lugar idóneo para ver como revive y florece. Una semilla puesta en tierra, la ilusión de ver como germina, imaginar que a su tiempo nos regalará su fruto. Engendrar un ser querido que llegará a nuestro entorno después de
Read More Lo que el hombre tiene en su interior, bueno o malo, en su cara se refleja. Cara risueña es señal de corazón alegre; actitud retraída refleja pensamientos tristes. Eclesiástico. 13, 25-26 La alegría es como una planta esponjosa y delicada que se riega con cariño. No siempre hace acto de presencia, pero se desarrolla bien si se la cuida, ya que las frías temperaturas sueltan sus hojas y las calurosas las deshidratan. Entre ternura y ternura aparecen sus brotes. Si se la mima no habrá nube de tristeza
Read More Alguien me tocó el hombro para que dirigiera la mirada hacia la mujer que estaba sentada en la sobria silla de la esquina. La sala del tanatorio estaba repleta de gente. Su marido se hallaba de pie ante ella, con la nuca engominada tapándole malamente los débiles pelos de la calva. Tenía ambas manos en jarra, intentando así moldear, como la gomina, los rizos que la presencia de ella pudiera ocasionar ante el público; y también para que nadie se diera cuenta de que le estaba cantando las cuarenta bajito,
Read More Porque tú, Señor, eres bueno y perdonas; eres todo amor con los que te invocan. Señor, escucha mi oración, ¡atiende mi plegaria! En mi angustia clamo a ti, porque tú me respondes. Salmo 86,5-7 A menudo me pregunto hasta dónde son necesarias las palabras para comunicarme con Dios. Está a mi lado, me digo y lo creo. Viene conmigo, estoy convencida. Vela mis sueños y mis despertares, lo sé. Me conoce hasta lo más íntimo de mi ser, estoy segura. Por eso dudo de la necesidad de usar
Read More Publicado enProtestante Digital: 24-5-2007 La peor enfermedad que podemos contraer es la suspensión de las conciencias. Del libro El lápiz del carpintero. Manuel Rivas Una banda de tres atracadores tiene aterrorizados los cerebros del planeta. Para perpetrar los robos disponen de todo el tiempo necesario, ya sea de día o de noche, con lluvia o con sol. ¿Qué cómo lo hacen? Su principal artimaña es entrar por los balcones abiertos de los ojos, por las ventanas sin rejas de las orejas, por la puerta sin blindaje de la
Read More