Posted On 27/05/2014 By In América Latina y el Caribe, Sociología With 6495 Views

Católicos y evangélicos se disputan el dominio religioso en América Latina

Aunque ha sufrido un proceso de decrecimiento en la región, el catolicismo es más resistente de lo que usualmente se cree. Ha caído del 80% en 1995, al 67% en 2013. Eso es lo que ratifica el informe del Latinobarómetro “Las religiones en tiempos del Papa Francisco”, uno de los pocos estudios estadísticos sobre religión realizados en Latinoamérica.

El documento, que analiza los últimos 19 años, señala que el declive del catolicismo es mayor en Centroamérica, donde alcanza el 17%, mientras que en Suramérica es del 10%. Asimismo, destaca que 12 de los 18 países de la región son dominados por el catolicismo (Paraguay, Ecuador, México, Venezuela, Argentina, Perú, Bolivia, Colombia, Panamá, República Dominicana, Brasil, Costa Rica). En ellos, más del 60% de la población se declara católica y no se presentan otras religiones con altos porcentajes de creyentes. La cota más alta la obtiene Paraguay con un 88% de población que dice abrazar la fe católica.

A un segundo grupo corresponden los países medianamente dominados por el catolicismo: Chile, con el 57% y El Salvador, con el 54%. Finalmente, son cuatro los países donde se considera que la religión católica ya no es dominante: Guatemala (47%), Honduras (47%), Nicaragua (47%) y Uruguay (41%). Es decir, en estos últimos, menos del 50% de la población es católica.

Todo indica que la presencia católica sigue siendo fuerte en la región, pero esta no es homogénea. A pesar de que históricamente nuestros países comparten una misma matriz idiomática y religiosa, la distribución del catolicismo responde a una dinámica propia de cada nación. Particularidades, aún no muy estudiadas, que reconfiguran el campo religioso de más de 600 millones de latinoamericanos.

¿Qué sucede con la población que no es afín a la Iglesia Católica? ¿Qué tipo de creencias persiguen? De acuerdo con el informe, solo existe una segunda fuerza religiosa en la región: los evangélicos.

A excepción de República Dominicana y México, en los demás países se observa una disminución de la población católica y, a la vez, un ascenso del protestantismo latinoamericano. Para el 2013, existe un promedio del 18% de población evangélica, cuando en 1996 solo alcanzaba un 8% en la región[1].

El crecimiento evangélico también es heterogéneo. En 2013, la presencia más fuerte se ubica en Centroamérica: Honduras (41%), Guatemala (40%), Nicaragua (37%) y El Salvador (31%). En Suramérica la encabezan Brasil y con un 21%. Los países con menor representación evangélica son México y Colombia, que alcanzan un 3%, según indica el informe.

El caso más emblemático respecto al cambio de creencias es Honduras. En 1996 tenía un 76% de católicos y un 12% de evangélicos. En el 2013, se registra un 47% de católicos y un 41% de población evangélica. Es decir un descenso de 64 a solo 6 puntos porcentuales de diferencia entre las dos religiones. De continuar la tendencia de reconfiguración, en los próximos años Honduras podría ser el primer país de América Latina con una mayoría evangélica.

Pero no en todos los países donde disminuye el catolicismo significa un concluyente ascenso de los evangélicos. Basta observar a Uruguay, que en 2013 muestra un 41% de católicos y tan solo un 8% de evangélicos. ¿Qué preferencia tiene el resto de uruguayos? Sorprendentemente, se advierte un 38% de personas que se declaran ateas, agnósticas o sin ninguna religión. Así, el Latinobarómetro señala que este “es el único país de la región donde se produce un proceso de secularización acelerada”.

Un segundo país que muestra un proceso de secularización es Chile. En 2013, el 25% de su población dice ser atea/agnóstica. Tendencia que va en ascenso, frente al declive católico que llega al 57% y al mínimo aumento protestante (13%).

Respecto a la confianza que guardan los latinoamericanos en la iglesia (tanto católica como evangélica), esta es alta, con un promedio regional del 73%. Los paraguayos lideran este indicador con un 87%; los menos confiados son los chilenos, con el 44%. En general, los evangélicos presentan mayor confianza en la iglesia (81%), que los católicos (78%). A nivel regional, la Iglesia es una de las instituciones en que se deposita mayor confianza; por encima de los medios de comunicación, los gobiernos o la policía. Los partidos políticos son los menos fiables, obtienen un 22%.

Asimismo, la práctica religiosa de los evangélicos es mayor a la de los católicos. En 2013, el porcentaje más alto de evangélicos practicantes se encuentra en Brasil (85%) y el menor, en Chile (40%). En Argentina se aprecia la mayor diferencia entre evangélicos practicantes (73%) y católicos practicantes (32%): los protestantes los superan en 41 puntos porcentuales. Colombia es el único país donde los practicantes católicos (52%) superan a los evangélicos (49%).

En definitiva, el sentimiento religioso en América Latina sigue siendo muy alto. Aunque disminuye el catolicismo, éste no pierde su liderazgo espiritual en la región, y tampoco significa un aumento de incrédulos. Ese vacío ha sido ocupado en gran manera por los evangélicos[2] y, en una mínima parte (5%), por los nuevos grupos religiosos importados desde Asia, Estados Unidos y otros países latinoamericanos, principalmente.[3]

La región es una zona religiosa, pero se debe destacar que alrededor de un 10% de la población se declara atea o agnóstica. Es interesante observar que Uruguay, donde se produce una secularización acelerada (38%), tiene un mayor desinterés por la vida religiosa que países europeos como España, donde el 24% se declara ateo y no creyente (Laicismo.org, 2014). En todo caso, en los países latinoamericanos (a excepción de Uruguay), “no se trata de un proceso de secularización, sino de un proceso de emigración entre las religiones” (Latinobarómetro, 2014: 8). Lo que indica que la gente necesita seguir creyendo en algo.

¿Qué implicaciones guarda la reorganización religiosa de Latinoamérica? ¿Qué relación tiene la práctica religiosa con el campo político, económico o cultural de nuestras sociedades? Más allá de los datos, es la gran tarea que nos queda por resolver.

Fuentes:

Latinobarómetro (2014). “Las religiones en tiempos del Papa Francisco”. Santiago de Chile: Corporación Latinobarómetro. Disponible en http://www.latinobarometro.org, visitado en 20/04/2014.

Laicismo.org (2014). “Datos sobre creencias o convicciones en España”.  Disponible en http://laicismo.org/detalle.php?tg=1174&pg=1&pk=31353#ppal, visitado en 17/05/2014.

News.va (2014). “Presentación del Anuario Pontificio 2013: fuerte aumento del número de diáconos permanentes en Europa y América del Norte”. Disponible en http://www.news.va/es/news/presentacion-del-anuario-pontificio-2013

[1] Cálculo realizado a partir de la información que arroja el Latinobarómetro para 1996, donde se presentan datos de 17 países. No se incluye información de República Dominicana.

[2] A su vez, la mayoría de estudios señala que entre los evangélicos quienes más se expanden son los pentecostales y neopentecostales.

[3] El Latinobarómetro no indica de qué tipo de creencias se trata. Las agrupa bajo la denominación de “otras”.

Wilmer Simbaña

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