Cuando hace unos meses visioné el videoclip de Nelly Furtado, “Night is Young”, me causó una honda impresión. Las imágenes que veía me sugerían multitud de pensamientos. Aquí quiero escribir algo de lo que el clip musical me sugirió.
El videoclip se inicia con un coro de jóvenes convenientemente formados y uniformados. Lo que vemos no es un derroche de colores, más bien todo lo contrario. El espacio combinado con los uniformes de los coristas es monotonal.
Ellos y ellas se entrecruzan miradas de complicidad, mientras dibujan una sonrisa en sus labios. La actuación o ensayo del coro está por finalizar, y lo que puede venir después es prometedor. Y así es, una vez finalizada su participación en el coro se despojan de sus uniformes para adoptar un estilo de ropa informal, diverso y multicolor que pone al descubierto los cuerpos antes embozados. Todo es alegría. Salen a la calle, ¿adónde van?
En su camino tres ángeles (“ángelas” deberíamos decir) les acompañan a su destino. Mientras tanto oímos a Nelly Furtado cantar, “free, free, free” (libre, libre, libre). A los jóvenes coristas se les unen en el camino personas procedentes de otros lugares. Todo el ambiente que comunica el videoclip está pleno de alegría, fiesta, baile y diversidad en medio de la noche.
Por fin, los integrantes del coro religioso, llegan a su destino. Danza, alegría, color y diversidad. Un Dj “pincha” la música que da cobijo a la alegría. Y la sorpresa llama a nuestra puerta cuando caemos en la cuenta de que el espacio que están ocupando parece ser un antiguo templo religioso de formas tradicionales. Un espacio transformado para la fiesta de la vida ¿Nos encontramos ante una metáfora visual..?
Los cristianos y cristianas parece que seguimos embutidos en la uniformidad, en la tristeza y, en el mejor de los casos, en la alegría forzada. Hemos renunciado a la fiesta multicolor de la diversidad y de la acogida mutua. Y los ángeles, como aquellos que anunciaron a los pastores la buena noticia del nacimiento del Mesías, nos indican el camino hacia la encarnación de la alegría en nuestras existencias (alegría expresada a través de los cuerpos en movimiento) y en nuestros espacios cúlticos. Necesitamos una renovación en profundidad, no meramente en la superficie mediante un lavado rápido de cara. Por ello me uno al canto de Furtado cuando dice, “free, free, free…”
Finalizo con unas palabras que el teólogo protestante Moltmann que escribe citando una liturgia ortodoxa de pascua:
“Seamos luz en este día de fiesta. Abracémonos los unos a los otros.. Hablemos a quienes nos aborrecen. A causa de la resurrección [de Cristo], nos lo perdonamos todo los unos a los otros”[2]
¡Unámonos a la alegría y la danza del Universo en agradecimiento al Dios que nos salvó e insufló esperanza en nuestros corazones! ¡Transformemos nuestros espacios en lugares donde se celebre la fiesta de la vida!
Ignacio Simal, febrero, 2011
[1] Visionar videoclip de Nelly Furtado:
NELLY FURTADO «The Night Is Young» directed by Alan Ferguson from Vision Entertainment on Vimeo.
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