Como bautistas trabajadores por la Paz de Latinoamérica y el Caribe, inspirados en la vida y mensaje de Jesucristo, reunidos en Río de Janeiro, Brasil, del 21 al 23 de Abril de 2014, ante los pueblos latinoamericanos y del mundo, con sentido profético,
DECLARAMOS:
- Nuestra fe en ese Jesús de Nazaret, el que fue crucificado y resucitado, a quien Dios hizo Señor de la historia, por encima de todo poder o autoridad humana, por quien alcanzamos salvación, por el amor de Dios, transformando nuestra vida por la obra del Espíritu Santo.
- Que Jesús ha sido la plena expresión de Dios en la historia, expresión de su carácter y voluntad, corroborado por los testimonios de fe de los textos sagrados del Nuevo y Antiguo Testamento, y que estos testimonios afirman que lo que Dios quiere para la humanidad se encierra en lo que Jesús nominó Reino de Dios, que el sujeto de ese reino son las víctimas de la pobreza en todas sus manifestaciones, y que lo que Dios quiere de ellos es su liberación.
- Que el Dios de Jesucristo es el Dios de la vida y que esta vida la quiere para todos los seres humanos, por lo que partiendo de nuestra fe y de la realidad de América Latina y el Caribe,
AFIRMAMOS:
- El derecho de todos nuestros pueblos a ser libres, soberanos y a buscar su integración para superar los problemas del hambre, el analfabetismo, la pobreza y la depredación de nuestros recursos naturales.
- Que el camino para resolver los conflictos sociales nacionales e internacionales, es el diálogo y la negociación política, no la vía violenta.
DENUNCIAMOS:
- El neoliberalismo globalizado cuando no contribuye al desarrollo del ser humano.
- Los tratados de libre comercio suscritos con condiciones desventajosas para el desarrollo sostenible de nuestros pueblos.
- Las intervenciones económicas, políticas y militares que potencias extranjeras hacen con fines de control geopolítico y económico en nuestro continente.La injusticia estructural y la violación de los derechos humanos, que abren y fomentan situaciones que encaminan a sectores de nuestra juventud a la prostitución, la drogadicción y a la delincuencia.
- El orden genérico patriarcal existente, que continúa afectando a mujeres y hombres por igual y en consecuencia a sus hijos, hijas y diferentes generaciones de sus familias.
- La injusticia histórica contra los pueblos originarios y afrodescendientes.
- Todo tipo de discriminación que conlleve a violaciones a la dignidad humana en toda su diversidad creada por Dios.
PEDIMOS AL SEÑOR:
- Perdón por nuestra omisión e inactividad frente a los desafíos de paz.
- Bendiga los esfuerzos pacificadores que individuos, iglesias y organizaciones civiles realizan en medio de múltiples dificultades y sacrificios.
- Bendiga las organizaciones internacionales como las Naciones Unidas cuando sus esfuerzos son legítimos por que se arreglen los conflictos internacionales por la vía del diálogo y la negociación política.
- Bendiga el trabajo real que algunos gobiernos realizan por superar el hambre, el analfabetismo, la pobreza y la explotación irracional de los recursos naturales.
- Que continúe abriendo nuestros corazones en las relaciones confesionales e interconfesionales.
ALENTAMOS:
- Los procesos de diálogo que se están dando en Colombia y Venezuela y también reconocemos los esfuerzos que está haciendo la Comisión de la Verdad respecto a los crímenes de la dictadura en Brasil.
- A los pueblos y gobiernos de Argentina e Inglaterra a encontrar un camino de solución satisfactorio para ambos, con respecto a las Islas Malvinas.
- A los pueblos y gobiernos de Bolivia y Chile a encontrar una solución a la demanda de parte de Bolivia de tener acceso al Mar y que sea satisfactoria para ambas partes.
- Los esfuerzos que desde las Naciones Unidas se hacen por reivindicar los derechos económicos, sociales y políticos de los pueblos originarios y afrodescendientes.
- A las iglesias, a organizaciones de la sociedad civil y a los gobiernos para que ofrezcan a la juventud condiciones favorables en el campo de la educación, la ciencia, la tecnología, la cultura, los deportes y el “emprendedurismo.”
- A las iglesias de Honduras y México a que continúen sus oraciones por el cese de la impunidad, la violencia y la corrupción en sus respectivos países, así como a sus gobiernos a profundizar las medidas necesarias en este sentido.
DEMANDAMOS:
- Esfuerzos de los gobiernos, las iglesias, organismos no gubernamentales y fuerzas sociales para que, de manera integral emprendan procesos por la erradicación de la violencia por controles territoriales de “las maras” en las ciudades.
- El cese del bloqueo económico que por más de 50 años los Estados Unidos de Norteamérica ha impuesto a nuestra hermana república de Cuba y la liberación de los ciudadanos cubanos presos en Estados Unidos por su labor de inteligencia en contra del terrorismo contra Cuba.
- Esfuerzos para terminar los conflictos territoriales entre latifundistas y trabajadores rurales en Brasil.
- La condonación de la Deuda Externa.
FINALMENTE,
Como parte del pueblo de Dios reconocemos que no hemos hecho todo lo que Dios quiere en función del Reino de Dios en la historia, conscientes que el amor de Dios es incondicional y que en Cristo, Dios nos invita a la transformación del mundo, expresamos nuestros renovados votos de continuar con mayor compromiso la predicación, la enseñanza y la práctica del evangelio del Reino de Dios, sabiendo que somos llamados a glorificar al Señor haciendo que las víctimas y los pobres se liberen y vivan en paz.
ASAMBLEA CONFERENCIA BAUTISTA LATINOAMERICANA POR LA PAZ
Río de Janeiro, 22 de abril de 2014
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