Desclavares
¿No será tiempo de desclavar
la identidad protestante
del museo de las glorias pasadas?
Por amor a la verdad
y en el afán de sacar a la luz
las verdades evangélicas
para nuestros contextos
de indulgente tolerancia
a los poderes del mal.
Tiempo de quitarle los clavos
al dogma muerto
para que abrace los dolores
y los desafíos nuevos,
para que dialogue
con las preguntas del aquí, del hoy,
para que mire de frente
al mundo roto por los odios
de quienes se proclaman
seguidores de algún cristo
que en nada se parece
al Jesús de las bienaventuranzas
para las personas perseguidas,
oprimidas, marginalizadas,
migrantes, estigmatizadas.
Tiempo de sacar
de la puerta antigua y herrumbrada
la fe dormida y acomodada,
que se ha conformado
con el mero cumplir y el repetir
de los rituales y las tradiciones
y las palabras oxidadas
Tiempo de nombrar la cizaña,
de denunciar la penitencia hipócrita
y de anunciar la gracia que libera
de la ilusoria seguridad de la paz
a las almas enmohecidas.
Desclavar la osadía
de quienes se resistieron
al poder represivo
y desenmascararon la mentira
para transformar aquella obediencia
en nuevas y necesarias resistencias,
para seguir reformando y reformándonos
secundum verbum Dei
para la Soli Deo Gloria.