Posted On 27/07/2006 By In Opinión With 1116 Views

El otro rostro del protestantismo español

Ya hace un  año que en el mundo de las revistas protestantes digitales, apareció la Lupa Protestante, revista de teología y opinión que dirige el pastor y profesor Ignacio Simal.  No sería esto motivo suficiente para un comentario especial, sino fuera porque su aparición ha venido a llenar un hueco ideológico muy importante que se dejaba sentir intensamente en nuestro contexto evangélico-protestante.

La nueva revista digital no ha entrado en este mundo con espíritu de crítica ni con propósito de polemizar ni suplantar lo que hasta ahora se ha venido publicando, sino para mostrar que el protestantismo no tiene un solo rostro y que, a la vertiente conservadora, que ya tiene suficientes representantes en nuestro país, habría que añadir el rostro del protestantismo abierto y liberal, tolerante y ecuménico, que a menudo ha quedado marginado entre nosotros, pero que desde el siglo XVI ha estado presente como una fuerza transformadora en el mundo de la cultura religiosa europea. Es cierto que este protestantismo es minoritario en España, pero tiene amplísima mayoría en Europa y en el resto del mundo. Es el protestantismo que ha bebido directamente de las fuentes de la reforma religiosa del siglo XVI y ha ido madurando en su reflexión teológica y humana hasta convertirse en una importante corriente de pensamiento que configura una forma de ser iglesia en el mundo. Este rostro del protestantismo que nos presenta LupaProtestante enlaza con  los organismos ecuménicos que ha ido creando: Comunidad de Iglesias Protestantes en Europa, la Conferencia de Iglesias Europeas y el propio Consejo Mundial de las Iglesias.

La más importante aportación de Lupa Protestante ha sido dejar entrar  aire fresco en nuestro mundo evangélico y abrir las puertas de par en par a la pluralidad y diversidad de las opiniones y opciones teológicas que se dan entre nosotros. Ha sido importante huir de los dogmatismos que nos llevan por los caminos ya tan trillados de las certezas gratuitas y las infalibilidades personales para situarnos en el terreno de la búsqueda y de la aproximación a la verdad de Dios. En ningún momento ha tratado de establecer una doctrina ortodoxa o sana por encima de las demás. Todas tienen el máximo respeto y todas ellas, mayoritarias o mnoritarias, tienen el derecho a expresarse libremente dentro de la consideración mutua que nos debemos unos a otros. Así ha sido posible dialogar abiertamente sobre temas tabú como la homosexualidad, sin anatemas ni descalificaciones, la hermenéutica bíblica o el ecumenismo.

En nuestro pequeño mundo evangélico español es importante que aceptemos sin ambages que no hay un pensamiento único, sino plural y diverso, y que la patente de la verdad no pertenece a nadie. La verdad siempre nos trasciende, es decir, está fuera de nuestro alcance. Lo está al menos como formulación doctrinal o ideológica, por mucho que estemos seguros de nuestras propias verdades subjetivas que nunca pueden ser criterio válido para juzgar a las de los demás. Lupa Protestante nos ha dado la oportunidad de confrontar nuestras convicciones y, mediante el diálogo y la información, ayudarnos a definir nuestros criterios. Ha sido para mi muy iluminador comprobar que en la discusión en curso sobre la aceptación de los homosexuales en la Iglesia, Lupa Protestante ha abierto sus páginas a este colectivo, que busca su reconocimiento eclesial como una opción válida en la vida cristiana, y también las ha abierto a los que opinan que no es posible armonizar este reconocimiento con la enseñanza contenida en la Biblia. La posición la ha de tomar cada uno conforme a sus convicciones y la fuerza de la razón iluiminada por la Palabra de Dios. Lo que no se puede hacer es demonizar una de las opciones y descalificar a los que la sostienen.

Lupa Protestante ha empezado su andadura y la experiencia obtenida en este primer año de vida muestra que su aportación al pensamiento protestante en España es válida y ha encontrado su público, que no es otro que el de todo el movimiento evangélico español. No es el portavoz de una opción denominacional o teológica determinada, sino el lugar de encuentro de todos aquellos que están abiertos a la investigación bíblica y teológica y optan por el diálogo franco sin estridencias en el que nos podemos enriquecer   y avanzar juntos en el camino  hacia la verdad de Dios. En sus páginas encontraremos desde profundos estudios bíblicos y teológicos a noticias importantes del mundo religioso, pasando por artículos de opinión y de actualidad. El mundo de la fe no puede circunscribirse a un pequeño círculo en el que nos movamos y dialoguemos sobre nuestras cosas al margen de la sociedad en la que estamos inmersos. No somos los fanáticos de la religión que viven aislados de la realidad de un mundo sin Dios. Somos hombres y mujeres que participamos de las certidumbres e incertidumbres de nuestra generación y que, en la reflexión bíblica y en el diálogo entre nosotros y con todos los demás, hemos de encontrar los caminos de Dios para su pueblo hoy en España. Todos los creyentes, sean cuales sean nuestras convicciones, somos llamados a participar en este esfuerzocomún de autocomprensión y estamos seguros que Lupa Protestante nos puede ser de mucha utilidad. Esperamos que en el futuro en esta revista digital  podamos  encontrar todavía una apertura al mundo no cristiano, en especial en lo que se refiere a las relaciones interreligiosas. Con las religiones que se han incorporado de forma definitiva en el panorama religioso español hay un diálogo pendiente en el que no estemos allí sólo para hablar, sino también para escuchar.

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Enric Capó es Director de Cristianismo Protestante (Publicación de la Iglesia Evangélica Española).

Enric Capo Puig
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