Galicia Protestante. 100 años en O Grove
Nuevo libro de Manuel López Franco
El título de este libro podría llevarnos a pensar equivocadamente que es un trabajo restringido geográfica y sociológicamente a la localidad de O Grove (Pontevedra) o al área inmediata de las Rías Baixas, lo cual no haría justicia al mismo.
Esta historia da comienzo en dos puntos tan distantes como Mahón y Londres, de donde proceden las familias de D. Luís Policarpo Wirtz y Preto y Dña. Lydia Brooks Pratt. Es con la historia de sus familias que da comienzo el libro; la de Lydia emparentada con la mismísima Casa Real Británica y la de D. Luís de una noble familia de liberales menorquines. D. Luís Policarpo Wirtz y Preto, ingeniero de profesión y misionero de vocación, hablaba cinco idiomas europeos, y leía la biblia en hebreo y griego, componía música y escribía poesía. Era en su tiempo libre inventor y patentó varios de estos proyectos. Como ingeniero, todavía hoy se puede contemplar el Viaducto de Pontevedra, en Redondela, todavía en uso, que construyó. Dña. Lydia era hija de un reputado doctor londinense y bisnieta – no reconocida – del rey Jorge IV, y lo dejó todo para venir a Galicia donde muy pronto sus gentes ganaron su corazón. Ambos trabajaron en Marín, donde D. Luís jugó un papel clave en la construcción de la Iglesia en esta localidad, por su amistad con el primer ministro de la época D. Cánovas del Castillo.
Trabajaron incansablemente en Vigo, Bueu, Carril, Portonovo-Sanxenxo, y Combarro. Tuvieron cuatro hijas y un hijo. Una de sus hijas, la Dra. Elena Wirtz, ejerció la medicina gratuita en O Grove durante unos años y Luís, el único varón, sucedió a su padre como pastor en la congregación de O Grove.
Luís Ricardo, de profesión ingeniero como su padre, no tenía miedo a ensuciarse las manos de grasa y se le podía encontrar a menudo con los marineros de la localidad en el puerto, echándoles una mano con sus motores y también en la pequeña fábrica-taller. Denunciado en varias ocasiones y arrestado al menos en una de ellas por oficiar el funeral de un niño pequeño, hijo de un carabinero protestante de Carril. Al finalizar la guerra civil tuvo que huir a Inglaterra tras estar ayudando a muchos a cruzar la frontera con Portugal y temiendo por su vida al haber estado pasando información al gobierno británico sobre la presencia alemana en las Rías Baixas. Tras su huída, la obra en O Grove, fue apoyada por un colportor de Seixo que venía en moto.
En los años 50, se añadieron a la congregación otras personas de Iglesias de la zona, que todavía tuvieron que sufrir discriminación por causa de su fe, cuando quería contraer matrimonio, o eran llamados a “la mili” (servicio militar obligatorio). Fue con la alianza del régimen franquista con los EE.UU, y la presión de estos últimos, como los protestantes españoles pudieron comenzar a soñar con la libertad religiosa que una vez habían experimentado con la llegada de la II República.