El pasado 13 de enero de 2015, las autoridades de la Duke University anunciaron que el adhan sería transmitido desde la torre de la capilla universitaria los viernes.1 No habrían pasado ni 24 horas cuando las mismas autoridades universitarias denegaron el permiso, alegando cierta preocupación por la posibilidad de algún atentado contra la seguridad de la comunidad de Duke.2 Lo cierto es que cientos de universitarios –muchos de la Escuela de Divinidad– se dieron cita la tarde del 16 de enero en el patio que hay frente a la capilla para escuchar, solidarios y en silencio, el adhan cantado desde las escalinatas de dicha capilla.
Pero el silencio de los estudiantes de divinidad de Duke fue uno activista. Denunciaron que no se había dado ninguna explicación de qué tipo de “atentados violentos contra la seguridad” universitaria existían. Las respuestas oficiales no fueron nada claras. Incluso el decano de la escuela de divinidad, Dr. Richard Hays, comunicaría por correo electrónico su “sorpresa” ante el anuncio de que se transmitiría el adhan desde la capilla, manifestando su descontento y sugiriendo solidaridad con las comunidades cristianas que viven en “sociedades islámicas”.3
Lo cierto es que por más que el Dr. Hays se identificara con la tan trillada respuesta institucional, tanto las expresiones de apoyo como las de rechazo tuvieron un gran impacto en las redes sociales. En lo que respecta a las expresiones de rechazo, la de más relevancia fue la del líder conservador Franklin Graham que, ante la posibilidad de apertura interreligiosa de Duke, afirmó que los cristianos están siendo marginados, y que el Islam no es una religión de paz. Acto seguido, Graham hizo un llamado a los donantes a cancelar el apoyo financiero a Duke. Y, a pesar de que la dirección universitaria asegura de forma enfática que el peligro de que los ingresos de la universidad se vieran afectados no influyó en su decisión, los estudiantes sospechan que, en realidad, fueron las amenazas financieras el “atentado violento contra la seguridad” universitaria. Pudo más el “todopoderoso dólar”.
Yo tenía mucha esperanza en este acto – puede que inaudito – de hospitalidad interreligiosa en EEUU. Para ser un país que podría definirse como laico, basado en el estatuto constitucional de que el Congreso no podrá establecer religión estatal ni prohibir el libre ejercicio religioso4, las expresiones del cristianismo occidental tienen una presencia social mayoritaria, con gran influencia cultural y política; los cual no pasa con los cristianismos no-occidentales y otras expresiones religiosas que esperan gozar de la misma libertad de expresión, de asociación y de culto.
Durante más de una década, la histórica presencia musulmana en EEUU ha estado bajo las miradas social y política, y, como suele pasar, pagan justos por pecadores. En mi opinión, en este caso pecadores no son los musulmanes. Los que transgreden la voluntad de Dios son los medios de comunicación, que han pretendido hacer creer que los extremismos musulmanes son expresiones generales del Islam, para aumentar los “ratings” de los principales medios informativos estadounidenses, y cuya consecuencia es un alarmismo xenófobo.
Creo que es importante fomentar el diálogo, no sólo entre los habitantes de EEUU, sino entre todos lo que vivimos y servimos en el llamado “mundo desarrollado” o en “sociedades cristianas”. Para mi es importante porque, siendo como soy un ministro ordenado por la tradición bautista, lo que me queda claro es que la ya tan trillada “libertad de expresión” va de la mano, necesariamente, de la libertad religiosa –aquella que le permite al individuo practicar cualquier religión o no practicar ninguna. Las sociedades llamadas occidentales no pueden proclamarse a favor de la libertad de expresión si no respetan la diversidad de prácticas religiosas.
Como alguien que trabajó en la educación teológica, creo que este diálogo es muy importante. Toda comunidad de educación superior, como espacio seguro, debería aprovechar las oportunidades que presentan los retos que ofrecen aquellos que piensan y argumentan de maneras diversas y divergentes.
Por tanto, entiendo que es importante que continuemos este diálogo, porque al servir en el ministerio regional del presbiterianismo estadounidense, me sé llamado a adelantar las oportunidades de aprendizaje, interacción y testimonio junto a aquellos cuyas tradiciones son presencias centenarias en este país, y junto a aquellas expresiones de fe y de religiosidad que acaban de llegar.
Una vez más ha ganado la acomodaticia tolerancia. Y es que la acción de tolerar, según su definición, en el mejor de los casos se refiere un respeto por las ideas, creencias o prácticas que son distintas; y en el peor, presume de permitir algo que se pueda considerar ilícito.5 El evangelio llama a los cristianos (algo a lo que hacen referencia las tradiciones que surgen de la Reforma y de la Reforma Radical) a un testimonio y a una presencia osada y valiente a favor del amor al prójimo. Los seguidores de Jesús estamos llamados a convivir. El amor que predicó Jesús, y que proclamamos los cristianos, no llama a la tolerancia, sino a una convivencia radical dispuesta, si llega el caso, a entregarlo todo.
Mi esperanza es que los 700 musulmanes de la comunidad de Duke puedan compartir, de la manera más amplia y litúrgica, su fe y su devoción con el resto de la comunidad universitaria de la misma manera que, a diario, las campanas suenan desde la torre de la capilla llamando a la oración y al culto cristianos. Los EEUU y las sociedades occidentales necesitan que alguien comience a ofrecer acogida y hospitalidad a aquellos que son diferentes de la mayoría. Se necesitan ejemplos que cuestionen la tolerancia acomodaticia a favor de una convivencia transformadora.
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1 http://www.wral.com/muslim-call-to-prayer-to-sound-at-duke-university/14353003/
2 http://www.npr.org/templates/transcript/transcript.php?storyId=377780911
3 http://www.washingtonpost.com/news/grade-point/wp/2015/01/19/duke-divinity-school-dean-responded-to-the-muslim-call-to-prayer-idea-with-dismay/
4 De la primera enmienda a la Constitución de los EEUU
5 Tolerar, Diccionario de la Real Academia Española (http://lema.rae.es/drae/?val=tolerancia)