(Fuente: Periodistas en Español) La España Protestante perdió ayer a uno de sus líderes emblemáticos: Enric Capó Puig, pastor, teólogo y escritor, destacado miembro de la Església Evangèlica de Catalunya, integrada en la Iglesia Evangélica Española (IEE) y perteneciente a una familia ilustre del protestantismo español, en la que destacan otras figuras prominentes con nombre propio. Falleció en la madrugada de ayer (9 de marzo de 2012) en Barcelona a los 81 años de edad.
Nacido en Mahón (Menorca) el 12 de marzo de 1930, Enric Capó fue pastor de la Iglesia Evangélica Española (IEE), como antes lo fueran, según informa Actualidad Evangélica, su padre, Samuel; su tío, Juan; sus primos, Alfredo y Humberto; y lo es también su sobrino Carlos. También ha servido como profesor de Historia de la Iglesia y miembro de La Comisión Permanente de la IEE, entidad a la que representó en la Comisión de Defensa Evangélica (CDE) y posteriormente en la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede).
Vivía en Barcelona. Estaba casado con Manuela Fuentes y tienen tres hijos: Raquel, Carolina y Gerardo.
Era uno de los columnistas más prestigiosos de Lupa Protestante (lupaprotestante.com). Su firma era habitual desde hacía muchos años en las revistas Carta Circular y Presencia Evangélica Colaboró con el primer capítulo de “La Nostra Vocació” (IEE, 1977) y en el tomo 18 de Classics del Cristianisme, dedicado a los “Sermons, John Wesley-George Whitefield” Proa, 1990).
Como traductor bíblico, desde el original griego, ha contribuido a la traducción del Nuevo Testamento al catalán de la Fundación Bíblica Evangélica y a la primera Biblia Interconfesional Catalana. Esta última obra, en colaboración con las Sociedades Bíblicas Unidas, la Assosiasió Bíblica de Catalunya y la Editorial Claret.
Durante algún tiempo también fue administrador del Hospital Evangélico de Barcelona.
“Erudito, piadoso y con corazón pastoral”
Para José Luis Andavert, director general de la Sociedad Bíblica y recién elegido presidente de la Federación Protestante Ferede, Enrique Capó era un hombre contemporáneo, de mentalidad abierta y “muy al día”, de quien dice que “enseñaba con la Biblia en una mano y el periódico en la otra”.
Destaca Andavert otras tres características del perfil personal y ministerial de Capó: Su profunda piedad metodista; su labor como biblista y traductor; y su gran corazón pastoral. “Enrique era un hombre erudito y piadoso, que se preocupaba mucho por las personas, especialmente por los más débiles y los excluidos”, señala. Y enfatiza: “¡y un creyente muy comprometido con el pueblo evangélico!”.
Por su parte, el presidente de la Comisión Permanente de la Iglesia Evangélica Española (IEE), Joel Cortés, ha agradecido las expresiones de condolencia que están recibiendo la iglesia y la familia a medida que ha ido conociéndose la noticia, declarando que “el Pastor Enrique Capó ha significado mucho para nuestra Iglesia y para el mundo protestante español, nos ha dejado una referencia clara y diáfana en la Fe y en el Compromiso del anuncio del evangelio, una vida consagrada al Señor”.
Octogenario, vencido finalmente por una grave enfermedad, Enrique Capó murió esta madrugada a los 81 años de edad apenas tres días antes de que cumpliera 82. Todos os obituarios evangélicos coinciden en señalar que “partió a la presencia del Señor”.
Manuel López para ALC: Enric Capó, o el señorío protestante
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