Respetar los principios éticos que deben regir el periodismo es algo básico. Si esto es importante en los medios seculares, cuánto más en los medios se definen como cristianos.
Verdad y precisión, independencia, equidad e imparcialidad, humanidad y responsabilidad son los principios éticos periodísticos básicos tal y como son reseñados en el blog “Ética Segura”. Pues bien, existen medios evangélicos en los que los mencionados principios, especialmente en ciertas noticias, son ignorados. En el blog que he mencionado se escribirá que “siempre debemos luchar por la precisión, dar a todos los hechos pertinentes que tenemos y garantizar que han sido verificados”. Por otro lado, se debe diferenciar lo que es una noticia de lo que es una opinión.
Existen medios que publican lo que denomino “noticias de creación”. Me explico: un lector avezado será capaz de discernir dichas “noticias de creación”, mientras que un lector común creerá que es verdad todo lo que lee (a fin de cuentas lo publica un medio cristiano), sin pararse a pensar que la pretendida “noticia” no tiene como objetivo informar, sino descalificar o poner en tela de juicio a una persona o a una institución. En el blog que he citado se dirá que “los periodistas no deben dañar a nadie. Lo que publiquemos puede ser hiriente, pero debemos ser conscientes del impacto de nuestras palabras e imágenes en las vidas de los demás”, y evidentemente en las “noticias de creación” el redactor es consciente (a no ser que sea un descerebrado) del daño que va a causar, y es más, no me cabe la menor duda de que el objetivo es, reitero, dañar o desacreditar a una persona y/o a una institución. Esta manera de hacer quebranta la más elemental, ahora sí, ética cristiana.
A modo de ejemplo señalaré una noticia publicada hace unos años en “Protestante Digital” (P+D). Querría haberlo hecho con alguna más reciente –que haberlas, haylas- pero no deseo echar más leña en el fuego que se ha abierto en las últimas semanas. Y ¡ojo! quiero subrayar que lo que estás leyendo es un artículo de opinión.
Dicha noticia se remonta al año 2014. Observemos el titular: <<Encuentro de “Protestants Inclusius” en Barcelona: Un colectivo -vinculado a la Iglesia Betel de la IEE en Catalunya- que defiende el reconocimiento eclesiástico del matrimonio homosexual en las iglesias protestantes>>. De entrada, no adivino a saber qué interés tiene la noticia que reseña el retiro de un pequeño grupo de personas, y tampoco acierto a saber qué fuente se utilizó para afirmar que dicho grupo estaba vinculado a la iglesia que pastoreaba (si así lo hubiera sido, no me sonrojaría por ello). Debo decir que lo dicho por P+D es falso, ya que dicho grupo nunca estuvo vinculado a mi iglesia, ni a la IEE, sino que les prestábamos el espacio para que un sábado al mes se reunieran como grupo. Es decir, se publica como cierta una información no verificada. Por otra parte, la foto que ilustra la “noticia” es una instantánea de la fachada de mi iglesia, no del retiro que titula la “noticia” (¡algo sintomático!). Por otra parte, se asocia sin ningún pudor el grupo que da pie a la noticia, la iglesia Betel y el reconocimiento del matrimonio homosexual (olé por el redactor): el batiburrillo está servido.
Una vez que leo la “noticia” llegamos al auténtico objetivo: la Iglesia Evangélica Española, la Iglesia Evangélica de Cataluña, un servidor, en ese momento presidente de la Mesa de la “Església Evangèlica de Catalunya”, y “Lupa Protestante”, subrayando convenientemente que la mencionada revista digital la dirige mi esposa, Joana Ortega Raya, un dato que nada añade a la “noticia”, o mejor dicho, sí, añade algo, es sumar datos para fortalecer el auténtico objetivo del escrito: dañar a personas e instituciones mediante la elaboración de una “noticia creativa”. En las “noticias de creación”, la noticia es la excusa para manejar datos torticeramente en aras del verdadero objetivo. De ahí que toda información o noticia de un medio como P+D, visto lo visto, deba mantenerse en cuarentena, no fuera a ser que nos encontremos ante un “hoax”.
Y finalizo reiterando lo dicho al inicio de este artículo: Respetar los principios éticos que deben regir el periodismo es algo básico. Si esto es importante en los medios seculares, cuánto más en los medios se definen como cristianos.
- «Evité decirles, —verás, saldrás de esta—» - 28/10/2022
- Predicadores del “camino estrecho” | Ignacio Simal - 30/09/2022
- ¿La soledad del pastor? Deconstruyendo el tópico | Ignacio Simal - 16/09/2022