Mario Queiroz | LISBOA, oct (IPS) – La problemática económica y financiera que afecta a Portugal lleva a muchas mujeres a la desesperación, obligándolas a un último y extremo recurso para sustentar a sus familias, como es la prostitución.
Optar por vender el cuerpo no es una decisión que se pueda tomar de ánimo leve. Sin embargo, para muchas madres la alternativa es condenar a sus hijos al hambre y, por eso, «hay cada vez más mujeres de entre 30 y 40 anos, víctimas de la crisis, que recurren a la prostitución», sostiene Inês Fontinha, directora de la Associação O Ninho (Asociación El Nido).
Foto: Mario Queiroz/IPS
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