“Si ustedes están queriendo”,
es decir, si lo deciden libremente,
si lo aceptan de corazón abierto,
si lo resuelven porque creen en mí,
si lo eligen porque lo creen bueno
para sus vidas y para las vidas de otres,
si realmente desean ser mis discípules,
entonces:
suelten aquello que les domina la existencia,
dejen de lado lo que esclaviza las voluntades,
olviden todo aquello que entretiene y distrae,
desháganse de los prejuicios y los condicionantes,
ignoren los insultos y las amenazas,
sobrelleven sin preocuparse las agresiones y las amenazas,
no le hagan caso a quienes pretenden pastorearles
y que no son sino engañadores y engañadoras.
“Si de verdad están queriendo”
andar por los rumbos del evangelio,
no hablen como satanases
que pretenden saber más que Dios.
Espero con confianza en los planes de la divinidad,
porque siempre hay un tercer día
que derrota toda forma de muerte y de cruz,
dejando en completo ridículo
a quienes hacen del odio una bandera
y de la violencia un valor.
Estén dispuestos y dispuestas a morir
por las causas nobles,
por las luchas correctas,
por las justicias que nos debemos,
por los mundos nuevos que se nos niegan.
“Si lo están queriendo en serio”,
hablen con palabras que apasionen
y vivan con gestos que entusiasmen
y que señalen salvaciones posibles
en medio de tanta muerte
y de tanto sufrimiento.
Jamás se avergüencen de mí
y jamás tendré vergüenza de ustedes.
Gerardo Oberman