Goitia Padilla, F. J. (2025) Apropiaciones teológicas desde lo cotidiano. Publicaciones Palabra Viva.
Reseña por José David Rodríguez.
Apropiaciones teológicas desde lo cotidiano es una invitación creativa a la reflexión teológica. El Rev. Dr. Francisco Javier Goitía Padilla, quien ha cursado estudios avanzados sobre el tema, nos convida a una experiencia de fe cristiana tomando en serio la práctica y el entendimiento popular religioso de su pueblo puertorriqueño. Su esfuerzo en esta labor está dirigido a proveer a la comunidad latinoamericana y caribeña de habla en español, de una reflexión teológica pertinente, para hacerle frente a desafíos que nos presenta nuestro contexto histórico presente. Entre estos desafíos se encuentra el discrimen ejercido contra la mujer en nuestra cultura, el abuso y crueldad derivados del pecado de violencia contra la creación no humana, la vida en el Espíritu que nos lleva al servicio a los demás en la vida cotidiana, la predicación del evangelio en experiencias de angustia y desolación, y la búsqueda de la identidad puertorriqueña como proyecto de integración de múltiples expresiones en la brega cotidiana de nuestro pueblo.
En la primera sección de esta esta reflexión teológica, encontramos una interpretación provocadora del pasaje bíblico de 1ra Corintios 13, surgida durante el pastorado congregacional del autor. Como buen teólogo, las reflexiones teológicas son producto de una interpretación de la tradición bíblica de la fe cristiana, en el contexto histórico y social de la comunidad creyente. En este proceso nos ayuda a corregir un malentendido de este pasaje, cuando se interpreta bajo la influencia de sectores dominantes de la cultura patriarcal, que intentan marginalizar la condición femenina de la humanidad. Tomando como referencia numerosos estudios realizados de este pasaje por la erudición bíblica de nuestros días que enfatizan la perspectiva feminista liberadora, Goitía nos ayuda a releer esta narrativa bíblica como expresión del extraordinario amor divino que, mediante la obra redentora del Dios trino en la historia, nos invita a transformar nuestras mentes y acciones para dedicarlas a una práctica de la fe en busca de la realización plena de todo ser humano.
La segunda sección nos presenta una reflexión teológica que intenta ayudarnos a profundizar nuestro entendimiento del pecado mediante la expresión de la violencia. Esta es una violencia que se manifiesta, desde el abuso y maltrato de mascotas y animales abandonados, hasta la injusticia económica, social, y política ejercida por el colonialismo de imposición imperial, que constituye como consecuencia la presente crisis ecológica mundial. Este marco general de violencia que experimentamos tiene como base fundamental un tipo de perspectiva teológica androcéntrica y antropocéntrica sobre la creación, que para Goitía no responde adecuadamente a las enseñanzas de nuestra fe cristiana. Para desafiarla, el autor, toma como base las contribuciones de estudios realizados por Lynn White, Leonardo Boff, y Luis N. Rivera Pagán que nos llevan a insistir en una ética cristiana mediante la cual nuestra relación con el resto de la creación se establece por medio de una coexistencia, impactada por el cuidado amoroso de la realidad creativa, para garantizar su subsistencia, y abrir el espacio necesario para su desarrollo. De acuerdo con Goitía, el mejor ejemplo de esta ética lo encontramos en la obra redentora del Dios Trino quien, mediante la acción kinética de Jesús el Cristo, nos llama a una práctica, de cruz y resurrección que produce liberación y actúa en la vida diaria.
En la tercera sección del libro, Goitía nos ayuda a entender la importante dimensión teológica de la proclamación del evangelio. Para este autor, la predicación no es una mera expresión oral que, utilizando los más sofisticados métodos de comunicación, busca expresar el testimonio de fe de quienes se nos han anticipado en la confesión y práctica de la fe cristiana, sino una Palabra viva que atiende las exigencias del momento pastoral, con la compasión, empatía y responsabilidad del anuncio esperanzador de la presente acción de Dios en la historia.
La cuarta sección del libro propone una interpretación de la espiritualidad cristiana tomando como fundamento varios elementos importantes de las obras de Martín Lutero. Siguiendo la iniciativa expuesta por Scott Hendrix de entender la reforma dirigida por Lutero como un esfuerzo por reformar la espiritualidad de su tiempo, Goitía nos provee de ciertos elementos valiosos para el desarrollo de una espiritualidad cotidiana contemporánea. Entre estos elementos encontramos un cuestionamiento de la estructura penitencial característica de la Cristiandad del siglo dieciséis, una reflexión sobre la función del poder del Espíritu Santo en el desarrollo de una espiritualidad cristocéntrica y no cristo-monista, y una vida en el Espíritu que nos lleva al servicio a los demás en la vida cotidiana, renovada continuamente por la presencia real del Dios trino en los medios de gracia que incluyen Su Palabra y los sacramentos (bautismo y eucaristía).
En la quinta sección nos encontramos con el propósito de la predicación en tiempos difíciles, como la experiencia del huracán María en Puerto Rico. Luego de describir las condiciones de angustia y desolación creadas por el huracán, Goitía puntualiza la función constructiva y esperanzadora de la predicación evangélica para mostrar el poder del reinado de Dios sobre la iglesia, el mundo y la creación. Este es un poder vital mediante el cual la vida se reasume, reinterpreta y se lanza hacia adelante, tal como se describe en el relato de la resurrección. Para una descripción más concreta de la realidad de este poder divino, el autor lo compara con la cadencia continua de la planta mimosa pudica, a la que el pueblo puertorriqueño conoce con el nombre “moriviví”.
La sexta sección del libro trata sobre la búsqueda de la identidad puertorriqueña en el laberinto de nuestra experiencia histórica. Tomando como marco de referencia las contribuciones lingüísticas provistas por Ludwig Wittgenstein, y las propuestas sobre identidad puertorriqueña establecidas por escritores como Antonio S. Pedreira, Abelardo Díaz Alfaro, José Luis González, y Arcadio Quiñonez, Goitía propone, como teólogo, tomar en consideración lo cotidiano, la cruz y el mandamiento del amor como criterios fundamentales para identificar buenos y malos usos en nuestras identidades híbridas puertorriqueñas.
En la sección final del libro, Goitía nos presenta unos apuntes hacia el desarrollo de una perspectiva teológica, tomando en cuenta lo discutido en las secciones anteriores. En esta breve pero valiosa labor, Goitía nos permite conocer su propia historia de encuentro con la música de salsa durante su juventud “en la salida hacia Gurabo en el pueblo de Caguas, Puerto Rico”. Como buen luterano, el autor toma en serio la iniciativa de Martín Lutero de utilizar la música popular para comunicar la pertinencia del evangelio en nuestros días. Pero, además, descubre en la lírica de la música popular un esfuerzo de hablar sobre Dios desde la perspectiva de sectores sociales marginados, algo que él encuentra en la expresión musical de la salsa, tomando ejemplos específicos de este género musical para corroborar su iniciativa.
Esta decisión del autor es sin lugar a duda un retornar de la inventiva de Lutero de utilizar lo vernáculo, es decir, comunicar las enseñanzas de la fe cristiana en el lenguaje y el imaginario popular, que dio lugar a la impresionante transmisión del evangelio a grandes multitudes durante el siglo dieciséis, comenzando en Europa.
Algo importante en la reflexión teológica de nuestro autor es el diálogo con otros representantes de la fe cristiana a través del tiempo, los límites geográficos, diferencias de género, de orientación sexual, de etnias, y de raza. Este esfuerzo ingenioso de Goitía ayuda a clarificar y hacer más profundo el entendimiento de enseñanzas valiosas y pertinentes de nuestra fe. Además, este empeño nos ayuda a entender mejor la naturaleza católica de nuestra fe (del griego: κατα-de acuerdo con- y όλος-el todo). Es decir, que la perspectiva teológica popular también constituye una parte importante de todo del evangelio.
Para adentrarse en el tema acordado, el autor propone explorar las materias sobre la revelación, la doctrina de Dios, el ser humano, el pecado, y la obra de justificación humana (salvación) ante Dios realizada por Jesucristo, “como ejercicios preliminares de una teología cocola[1]”. Cada una de estas enseñanzas de la fe son expresadas, e ilustradas, con ejemplos de la música de salsa, lo que nos obliga a tomar en serio este género musical como vehículo para la proclamación evangélica.
Como buen conocedor de la salsa, Goitía menciona también sus limitaciones. “La salsa es violenta y es machista”. Pero como estas condiciones describen la experiencia de un pueblo oprimido, sometido y subyugado, la salsa se convierte en material teológico para reconocer simultáneamente, la profundidad y ubicuidad el pecado, junto a la gratificación y abundancia de la gracia.
Finalmente, como buen escritor, el autor nos invita a colaborar en este proyecto. Una importante tarea que sin duda nos recuerda la invitación que Dios nos hace, para ser sus testigos en todas partes del mundo.
[1] N de la E. “cocolo” es alguien a quien le gusta mucho la salsa.