Si no quieres que te tomen por el pito del sereno, mantén la distancia, marca tu terreno, no permitas que nadie lo invada… el pastor, la pastora no debe tener amigos y amigas entre los miembros de su comunidad, y a ello le sigue el tópico de ¡la soledad del pastor o la pastora! Como escribiera Brené Brown, “en una fase muy temprana de nuestra formación aprendemos que guardar una buena distancia y la inaccesibilidad contribuyen al prestigio, y que si eres demasiado sociable, tus credenciales pueden quedar en entredicho”.
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