Tú que estás pensando en serlo, que ya lo eres o que quizás estás en camino. Me acerco a ti con el deseo en mi corazón de que las palabras que escribo sean útiles en esta etapa que tienes por delante. Soy mamá desde hace cinco años. Una noche muy lluviosa de octubre nacieron mis dos promesas cumplidas, mi gracia duplicada. No solo nacieron mis niñas, también nació la mamá que hoy está al otro lado de la pantalla. Me planto aquí, pensando en ti, dejando que Dios ponga
Read More Isaías 40: 6-11 Una voz dice: «Proclama». “¿Y qué voy a proclamar?», respondo yo. “Que todo mortal es como la hierba y toda su gloria como la flor del campo. 7 La hierba se seca y la flor se marchita, porque el aliento del Señor sopla sobre ellas. Sin duda, el pueblo es hierba. 8 La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre». 9 Portadora de buenas noticias a Sión, súbete a una alta montaña. Portadora de buenas noticias a Jerusalén, alza con fuerza
Read More Dice el poeta polaco Zbigniew Herbert en su poema De la rosa: “no me preguntes qué es una rosa el ave puede describírtela su perfume aniquila el pensamiento la cara se desgasta por el suave roce oh color del deseo oh color de párpados que lloran esférico grávido dulzor rojo desgarrado hasta sus entrañas” La voz poética de Herbert parece hermanarse con los seres vivos que componen la escena: una rosa y un ave. Como dice Franco Berardi, el ser humano tiene el deseo de poetizar el mundo, de
Read More Acabo de recoger a mi hijo pequeño del colegio y nos hemos encontrado, al borde de la carretera, dos crías de gorriones abandonadas a su suerte. Fernando estaba indeciso, esperando que yo le diese el visto bueno para acercarse. Enseguida le he animado a cogerlas. Quizá podamos salvarlas. Sus cuerpecillos, aún sin plumas, estaban fríos. Probablemente hacía un buen rato que se hallaban sobre el asfalto de esta calle solitaria. No sabemos cómo han podido llegar hasta ahí pues, aunque hay árboles, ninguno se hallaba cerca. En cierta ocasión oí
Read More Posted On mayo 9, 2013By F. Javier Goitia PadillaIn Opinión
Siempre estaba ocupada. Ocupada con lo de otros. Su caminar era pausado y algo triste pero escondía una actividad y reflexión inmensas. Sus espejuelos escondían unos ojos de caramelo pequeños, pero alertas y vivos, siempre observando las peripecias y aventuras de la familia. La imágenes que más recuerdo de mi abuela son en la cocina, con un traje algo desteñido, los espejuelos a media nariz, saboreándose lentamente un mango; por las noches, a veces pasada la media noche, reclinada y medio dormida en el sofá con su silueta marcada en
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