Posted On julio 12, 2013By Aldo M. EtchegoyenIn Opinión
La vida es un carnaval dice una canción y en carnaval salen a pasear las máscaras. Con una máscara es posible cambiar la identidad, un joven puede ser un viejo, un viejo un adolescente, un rostro serio se transforma en uno lleno de risas. La máscara disimula, oculta, esconde y hace ver lo que no es, cambiando lo que es. En este momento se me ocurre un cuentito. “Un día la mentira se puso una máscara y se convirtió en veracidad, salió a bailar con el engaño disfrazado de confianza,
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