Posted On diciembre 1, 2014By Leopoldo Cervantes-OrtizIn Biblia, Teología
Precisamente porque él mismo fue puesto a prueba y soportó el sufrimiento, puede ahora ayudar a quienes están siendo probados. Hebreos 2.18, La Palabra (Hispanoamérica) Es el mismo Cristo, que durante su vida mortal oró y suplicó [deéseis kai ‘iketerías], con fuerte clamor acompañado de lágrimas [meta krauges isxuras kai dakrúon], a quien podía liberarlo de la muerte; y ciertamente Dios lo escuchó en atención a su actitud de acatamiento. Y aunque era Hijo, aprendió en la escuela del dolor lo que cuesta obedecer. Alcanzada así la perfección, se ha
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