Posted On julio 2, 2010By Juan StamIn Opinión
Nuestra iglesia evangélica, igual que la católica, parece haberse obsesionado por los temas sexuales, como si ésos fuesen los únicos problemas críticos de nuestro tiempo y como si de ellos dependiera el futuro de la iglesia y de la civilización. Temas sexuales, especialmente la homosexualidad, dominan abrumadoramente el discurso de los políticos protestantes; entre la gran mayoría de los evangélicos, la sola mención de homosexuales y lesbianos les infunde pánico. Más que sólo principios bíblicos y teológicos, que por supuesto son cruciales, parece funcionar aquí un profundo prejuicio social. Los evangélicos, junto con los católicos, salen en masa para unirse a las marchas contra los homosexuales. Manifestaciones multitudinarias
Read More