Posted On abril 17, 2007By Plutarco BonillaIn Biblia
¿Cómo entender la parábola? (Segunda parte) La primera predicación de Jesús que registra Marcos contiene elementos que no resultaban extraños a los oídos de aquellos a quienes les predicaba. Sin embargo, aunque pudieran estar familiarizados con ciertas expresiones, la comprensión que Jesús tenía de ellas no coincidía siempre con las expectativas de sus oyentes. (Más tarde se demostraría que había discrepancias incluso con lo que sus propios discípulos pensaban y esperaban). Marcos procura, al seleccionar y ordenar cuidadosamente sus relatos, dilucidar el sentido real y práctico de esa “buena nueva” (evangelio) y de
Read More Posted On marzo 20, 2007By Plutarco BonillaIn Biblia
¿Cómo entender la parábola? (Primera parte) Ya vimos, en el artículo anterior, que en la parábola hay que distinguir entre el relato (mundo simbólico, trama de la narración) y lo que el relato quiere comunicar (mundo simbolizado, lo que la historia que se narra quiere enseñar a los oyentes o lectores). Al leer las parábolas de los Evangelios podríamos enfrentarnos a algunas dificultades; por ejemplo, desde el momento en que Jesús contó sus parábolas hasta que fueron escritas en los textos que hoy tenemos (los Evangelios del Nuevo Testamento) pasaron
Read More Posted On febrero 27, 2007By Plutarco BonillaIn Biblia
En torno a la palabra «parábola» El uso de la lengua adquiere muchísimas formas. A algunas de ellas se las designa con términos que pueden parecer muy extraños, por no ser de dominio común, aun cuando la figura que estemos usando sí lo sea: antífrasis, endíadis, catacresis, zeugma… Una de las palabras que forman parte del vocabulario regular de los cristianos es el término «parábola». Cuando la decimos o la oímos, parece que todos la entienden. Pero ¿de veras la entendemos? ¿qué es realmente una parábola? El Diccionario de uso del
Read More Posted On febrero 12, 2007By Plutarco BonillaIn Biblia
Echemos a volar la imaginación e inventémonos la siguiente historia: Había una persona —digamos, un hombre— que cuando era niño, adolescente o joven no tuvo la oportunidad de ir, ni siquiera un solo día, a la escuela. Ya adulto, se siente mal al notar que los demás lo señalan como analfabeto. Aunque entrado en años, decide aprender a leer. Sabe que hay instituciones que se dedican a enseñar a personas como él. Busca una… y, con dificultad, aprende. Cuando todavía no ha desarrollado la habilidad necesaria para leer “de corrido”,
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