«Mi llanto es mi alimento día y noche mientras no dejan de preguntarme: “¿Dónde está tu Dios?”.» SALMOS 42:4 BTI Pienso en las personas empobrecidas, sin apenas un trozo de pan que llevar a su propia boca y a la de sus hijos e hijas. Pienso especialmente en aquellas que confiesan a Jesús de Nazaret, que son parte del pueblo De Dios-Iglesia, y que su único alimento es el llanto. Y el dolor se les hace más intenso cuando escuchan a su alrededor la pregunta, «¿dónde está tu Dios?«. Pregunta que
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