Posted On abril 15, 2015By Leopoldo Cervantes-OrtizIn Biblia, Teología
Pero no vi templo alguno en la ciudad, porque el Señor Dios, dueño de todo, y el Cordero son su Templo. Tampoco necesita sol ni luna que la alumbren; la ilumina la gloria de Dios, y su antorcha es el Cordero. […] Y nada manchado entrará en ella: ningún depravado, ningún embaucador; tan sólo los inscritos en el libro de la vida del Cordero. Apocalipsis 21.22-23, 27, La Palabra (Hispanoamérica) François Bovon, “Le Christ de l’Apocalypse”, en Revue de Théologie et de Philosophie, núm. 21, 1972, pp. 65-80. En español: “El
Read More Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder. (Ap. 4, 11a) El título de nuestra reflexión, como muy bien sabe el amable lector, es el de un conocido aguafuerte del insigne Francisco de Goya, “el Sordo de Fuendetodos”. Pero, desde luego, no es nuestra intención tratar sobre el estilo o las características de este genio universal de la pintura, sino considerar muy brevemente las monstruosidades que generamos en ocasiones los creyentes al enfrascarnos en la lectura y la interpretación de uno de los escritos sin
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