De la violencia asesina que llevamos en las entrañas, pues todos reaccionamos queriendo matar al que mata, solo nos salva el perdón de la víctima. La muerte de Jesús nos revela el único poder capaz de salvarnos de esa violencia asesina, el poder de la víctima perdonadora, el poder de quien no se vuelve cómplice de la muerte porque le asesinen, sino que incluso en medio de esa violencia asesina, en vez de muerte, pone vida, es decir, perdón y posibilidad de nueva vida para aquellos que le dan muerte,
Read More