Posted On septiembre 20, 2013By Juan Pablo Espinosa ArceIn Biblia, Opinión
En estas líneas quisiera reflexionar sobre nuestros rostros. El rostro es símbolo de encuentro, de cercanía. Por medio de él nos definimos frente al mundo. Nuestras facciones, nuestra sonrisa, nuestras arrugas y nuestras lágrimas hablan de nuestra historia, de lo que fuimos, somos y seremos. Por el rostro nos tornamos personas, seres en relación a otros, a un ambiente y también al Otro Absoluto, a Dios, que en nuestro caso es el Dios cristiano, el Padre de Israel y de Jesús. El rostro además de una connotación biologicista, forma parte
Read More