“…tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia” Mt. 16:18 Debo admitir que en este último tiempo le he dedicado una mirada renovada a la persona del apóstol Pedro. Una relectura de los pasajes del NT, acompañada de las lecciones de varios eruditos sobre este tema tan amplio. Cuando yo tenía 2 años, en 1953, el reconocido Dr. Oscar Cullmann, abrió un fuerte debate con su libro “Pedro, Discípulo, Apóstol, Mártir”. Este estudio tiene una perspectiva histórica y teológica, con el fin de ver la figura de Pedro en
Read More MISERICORDIA Tu vaciamiento es mi plenitud. Tu “hágase tu voluntad” es mi equilibrio. No soy yo. Nunca se trató de mí. Tu Gólgota fue mi domingo de resurrección. Tu amor me redimió. En mi debilidad bastó tu gracia. Por eso, mientras me sigas mirando con ojos de misericordia, afirmaré el rostro e iré contigo a Jerusalén, aunque no entienda muy bien las cosas. Iré hasta el Getsemaní contigo, aunque me quede dormida. Te seguiré hasta el pretorio aunque al cantar el gallo me lamente. Mientras me mires con ojos de
Read More Siempre por las orillas (A la luz de Mateo 4:18) Te gustan las orillas, por allí caminas con comodidad. Andas por las fronteras entre la seguridad y el peligro, entre lo estable y lo incierto, entre lo tangible y lo que sorprende, entre la tierra firme y sus certezas y las aguas inquietas y sus misterios. Te sientes a gusto entre las gentes sencillas, ocupadas en la tarea del cotidiano vivir, tejiendo sus redes y sus sueños, contándose sus historias, compartiendo risas y silencios, sabiéndose por siempre pobres pero por
Read More Hace muchos años —todavía era joven— me dediqué a cultivar la lectura intensiva de las Escrituras, la oración, el ayuno y otras disciplinas que guardan relación con lo que llamamos “vida piadosa”. Buscaba ser una persona espiritual, y ¡de qué manera la buscaba! Mi búsqueda, creedme, era sincera. En aquel tiempo experimenté la profundidad del pecado más destructor para un servidor y para los que me rodeaban, ¡el orgullo espiritual! Llegué a sentirme diferente del resto de mis hermanos y hermanas. Mi vida en aquel tiempo se podría describir en
Read More Porque tú, oh Dios, has escuchado mis votos; tú me has dado la heredad de los que temen tu nombre… Así cantaré alabanzas a tu nombre para siempre, cumpliendo mis votos día tras día. (Salmos 61:5, 8 LBLA) Canto alabanzas a Dios, y olvido que lo que las hacen veraces es la perseverancia diaria en el camino de Jesús de Nazaret. Canto alabanzas a Dios, y olvido que lo que las llenan de contenido es la Palabra de Jesús de Nazaret. Canto alabanzas a Dios, y olvido que enjugar las
Read More “Y dejando sus redes, lo siguieron” (Mc 1: 18) “Te basta mi gracia” (2Cor 12: 9) Se suele reconocer con cierta facilidad, e incluso con bastante naturalidad, que en la historia de la vida de fe de cada uno y de cada una, hubo un punto de inflexión que marcó un antes y un después. Se recuerdan los detalles, dónde se estaba, qué se hacía o en qué se ocupaban los propios pensamientos. Ese punto crítico, se asume, es el momento en que la fe adoptada en la infancia
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