Autor: Gerardo Carlos Oberman El pueblo decía “El Señor me abandonó, mi Dios se olvidó de mí.” Pero ¿acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré. (Isaías 49:14-15) Quienes ejercen la política te han olvidado. O más bien, te temen, y por eso quieren desaparecerte. Te encierran en campos para refugiados. Dejan que mueras cruzando mares o desiertos, mientras buscas lugares mejores para vivir. O te deportan y te expulsan, como si fueras un objeto. Y te
Read More “Las flechas del Omnipotente impactaron en mí, mi espíritu absorbe el veneno [de sus puntas]; y los terrores de Dios me [reducen en] combate.” (Job 6:4). [1] Hablar de teodicea como una cuestión plenamente filosófica, en el sentido leibniziano, es una cuestión errada para la Teología Bíblica. Siguiendo al teólogo y filósofo alemán P. J. Tillich, podemos aseverar, en cierto punto, que todas las afirmaciones teológicas son afirmaciones existenciales ya que estas incluyen al individuo que las pronuncia. En todo caso, la existencia es “mi existencia particular”.[2] En este carácter existencial debemos pensar
Read More Esta conocida expresión de la oración modelo, que Jesús enseñó a sus discípulos, provoca inevitablemente una reflexión sobre el propio acto de orar. Significa, primariamente, que no invocamos tanto a Dios para que atienda nuestras necesidades y deseos, formulados desde nuestra contingencia existencial; sino, más bien, para que prevalezcan sus designios, desde el convencimiento, no siempre consciente o inequívoco, de ser ello lo mejor para nosotros. Entender la plegaria de este modo comportará vivir situaciones complejas y transitar por los caminos misteriosos de Dios desde las limitaciones de la finitud:
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