«Hoy en día es peligroso publicar cualquier cosa relacionada con las Escrituras que no se ajuste a las estrechas nociones de los religiosos ruidosos. Los teólogos científicos han caído en malos días y en malas lenguas. La persecución les asalta si no repiten las únicas ideas y frases que se supone que concuerdan con el honor de las Escrituras. Son calumniados desde el púlpito y la prensa por la gloria de Dios»[1]. Así se expresaba hace un siglo y medio Samuel Davidson (1806-1898), pastor y erudito bíblico, presbiteriano primero, congregacionalista
Read More