Cuando cualquier ciudadano del mundo lee la prensa, digital o impresa, es del todo inevitable que se tropiece con titulares y noticias como estas: “Un matrimonio perfecto: evangélicos y conservadores en América Latina”[1]; “La fe evangélica abraza las urnas en América Latina”[2]; “Evangélicos en Latinoamérica: El nuevo eje político ultraconservador”[3]; “Iglesias evangélicas y el poder conservador en Latinoamérica”[4]; “Conquista evangélica: de la fe al poder”[5]; “Fundamentalismo militar, política y los evangélicos”[6]; “La ola evangélica y la democracia en Costa Rica”[7];“CHILE. La nueva derecha evangélica. El pastor evangélico David Hormachea en
Read More