Ven, te esperamos,
Dios de los venires que escandalizan,
Dios de los llegares sorprendentes,
Dios de los lugares inesperados
y de las formas inapropiadas,
Dios que te haces nosotros y nosotras,
que te arrimas a nuestras fragilidades,
que te avienes a la con-vivencia
con quienes somos barro y sueños,
dolor que duele hondo
y esperanzas que no dejan de latir
Ven, te esperamos,
naciendo allí donde pocas personas te buscan,
donde sólo las gentes humildes pueden hallarte,
abrazado por el amor de las pobres y las desplazadas,
arropado por la sensibilidad de los nadies,
perfumado por el aroma del pan que se sabe compartir
y que se hace fiesta solidaria,
huésped refugiado allí donde la única frontera
es la de tu gracia sin fronteras.
Ven, te esperamos,
anunciando salvaciones posibles,
abriendo surcos hacia la paz con justicia,
marcando el ritmo y señalando aquel horizonte de luz
donde las armas son arado y los niños y las niñas juegan,
donde nadie calza botas y no hay tiranos,
donde ninguna persona juzga ni lastima ni mata a sus próximos,
donde la alegría es verdadera
porque no hay opresión ni existen las esclavitudes,
donde la creación entera alcanzará su anhelada plenitud.
Ven, Jesús, te esperamos.
Gerardo Oberman
- Descarga del libro: PORFIADA ESPERANZA de Jorge Daniel Zijlstra | Red Crearte - 08/12/2020
- Cuaresma 2018 – Dossier - 13/02/2018
- Olvidos - 24/02/2017