Toda guerra trae muerte y dolor y sufrimiento.
Toda guerra tiene sus víctimas inocentes.
Toda guerra habla de conflictos preexistentes y no resueltos.
Toda guerra esconde intereses que no son visibles.
Toda guerra es condenada por algunos sectores
y alentada por otros sectores,
que a veces son los que condenan públicamente
y, a su vez, hacen negocios debajo de la mesa.
Toda guerra beneficia a quienes producen armas.
Esas armas para la guerra se producen en países
que condenan la guerra pero que no dejan de fabricar
las armas que matan a civiles inocentes
por los cuales luego encienden velas en sus iglesias.
Toda guerra expulsa personas de sus hogares,
personas que migran buscando mejores opciones de vida, dignidad, refugio, alimento, trabajo, comprensión, abrazos.
Pero no todas las personas que buscan un nuevo hogar
son recibidas con la misma calidez ni tratadas del mismo modo.
Toda guerra incluye la manipulación mediática.
Las armas químicas que nunca existieron en Irak,
terroristas previamente entrenados por un Estado
que, luego de utilizarlo para sus fines políticos,
lo vuelven a usar como figura para estigmatizar
a un pueblo, a una religión, a un país, a una cultura.
Toda guerra desnuda las hipocresías del ser humano,
sus ambivalencias, sus contradicciones, su parcialidad,
sus dificultades para discernir, reconocer y aceptar
las fuerzas del mal que obran más allá de la bomba
y los poderes ocultos que trascienden países y fronteras.
Toda guerra, en cualquier lugar, es una mierda condenable,
toda invasión y ocupación de territorios es condenable,
toda masacre sobre minorías étnicas o religiosas es condenable,
toda instalación de bases militares aquí y allá es condenable,
toda perpetuación de colonias por algunas «potencias» es condenable,
toda acumulación de riqueza que produce hambre y muerte es condenable,
todo bloqueo económico que afecta a los pueblos es condenable,
toda muerte de una persona por su condición social, por el color de su piel, por su religión o por sus opciones sexuales, es condenable.
¡Toda injusticia es condenable!
Cuando pidamos paz y oremos por la paz,
algo que debemos hacer en todo tiempo,
no olvidemos todo esto.
