Yo… porque no pretendo hablar aquí en nombre de nadie, más que en el mío propio (aunque auguro que muchos argentinos y españoles, a ambos lados del “charco”, se sentirán identificados conmigo).
Pido… porque aunque tengo derechos, amores e intereses repartidos en los dos hemisferios (y el corazón más “partío” que el de Alejandro Sanz [1]), también soy ciudadano de un “reino” cuyos embajadores “ruegan” (no exigen) por la paz y la reconciliación.
Favor… porque como ciudadano de ambos países no me considero, al menos en estos momentos, en condiciones de reclamar un derecho (justicia, coherencia, legalidad, reciprocidad, memoria, etc.), a las partes en conflicto, convencido de que, en medio del cruce de declaraciones altisonantes y la batalla mediática que nos aturde, resulta muy difícil encontrar los datos objetivos y las razones últimas que expliquen lo que está detrás de este arriesgado e indeseado paso dado por el Gobierno argentino.
No es que no pueda tener una opinión personal al respecto, que puedo tenerla, como cualquiera. Tampoco es que me impida hacerlo mi condición de “extranjero e
n España”; o de “ciudadano en excedencia” en Argentina. Creo haber superado ya hace tiempo esa condición de desarraigo, y los complejos de identidad y de culpa que nos acompañan a muchos emigrantes, haciéndonos sentir que “no tenemos derecho a nada”, aún teniendo derechos y obligaciones reconocidos en ambos países. (“No soy de aquí ni soy de allá…”, cantaba Facundo Cabral. En cambio, después de casi un cuarto de siglo en mi tierra de adopción, yo tengo asumido que “soy de aquí, y soy de allá”, lo que complica más las cosas…).
Habrá, pues, tiempo y espacios para la opinión, pero hoy…, hoy solo quiero pedir un favor… (que en realidad son dos, y a distintos destinatarios).
Yo Pido un Favor, en primer lugar, a mis gobernantes de Argentina y de España: que resuelvan este conflicto de intereses –estrictamente comerciales- retornando a la vía del diálogo y de la negociación, abandonando, ambos, el lenguaje engañoso y venenoso del nacionalismo, cortina de humo que pudiera crear un problema donde no lo hay. Españoles y argentinos somos vecinos, amigos, compañeros, socios, hermanos, nietos, abuelos, hijos, padres, esposos… ¡Por favor, no se olviden de eso! No quieran hacernos ir por otro camino, ni nos pidan que les apoyemos en esa escalada de declaraciones de hostilidad que no representan nuestros sentimientos ni nuestros intereses.
Se los pido yo, que soy más español que REPSOL, empresa con “ADN” (léase accionariado) multinacional, que sólo declara el 25% de sus ingresos en España [2]; y que también soy más “pueblo argentino” que esaparte del “pueblo”, que defendió que se malvendiera YPF en días de Carlitos [Menem], y hoy aplaude y jaleaa Cristina por su “recuperación”.
Además, Yo Pido un Favor a mis hermanos creyentes en Jesucristo, a uno y al otro lado del charco: que recordemos que, por encima de cualquier legítima bandera nacional, hoy toca izar bien alto la bandera del amor [3]; recordar que tenemos “otra” ciudadanía en los cielos y que somos embajadores en nombre de Cristo [4] con una sagrada y más alta misión: la reconciliación –con Dios y con los hombres- de los habitantes del mundo, de toda raza, lengua y nación.
Por favor, ¡no dejemos que las pasiones de este mundo nos contaminen, ni que sentimientos ajenos al corazón de nuestro Rey y Señor manchen nuestra bandera y nuestras sagradas insignias diplomáticas! Por el contrario, luzcámoslas con dignidad y cumplamos con nuestra responsabilidad, con gestos y palabras que contribuyan a la paz y al entendimento, y orando por nuestros gobernantes [5], tal como nos enseña la Palabra de Dios.
Autor: Jorge Fernández. Funente: actualidadevangelica.es
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[1] «Corazón partío» es una exitosa y conocida canción del cantautor español Alejandro Sanz
[2] El autor declara tener un ADN 50% gallego (el de su prole 50% gallego y 50% vasco), un DNI 100% español, expedido en Madrid y, a diferencia de REPSOL -cuyo accionariado es plurinacional y declara en España solo el 25 % de sus ingresos- tiene un compromiso con Hacienda del 100%!.
[3] La Biblia – Cantar de los Cantares 2:4
[5] La Biblia – 1 Timoteo 2:1-4
Nacido en Buenos Aires, Argentina (n. 1959), de nacionalidad española, reside en España desde septiembre de 1988. Informático de profesión y pastor por vocación, ha trabajado como pastor y misionero por más de 25 años, mayormente en la ayuda a toxicómanos y marginados. Actualmente es pastor titular de a Comunidad Cristiana Evangélica Betania, en San Fernando de Henares (Madrid).
Ha cursado estudios de Periodismo Digital en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
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